Al menos ocho personas muertas y 200 mil afectadas fue el saldo que dejaron este sábado las intensas precipitaciones que durante toda la noche azotaron al estado de Rio Grande do Sul, al sur de Brasil, confirmó el vocero del departamento de Defensa Civil local, Fernando Soska.

En una rueda de prensa, Soska precisó que hasta el momento se había comprobado que seis  de las víctimas, incluidos tres niños, “murieron en deslaves que enterraron sus casas bajo toneladas de escombros”.

“Los otros fallecidos fueron dos hombres que murieron electrocutados por cables eléctricos caídos”, agregó.

Según las autoridades, cerca del 80 por ciento de las calles de la ciudad de Santa Cruz (también en el sur) quedaron bajo las aguas luego de un temporal de 143 litros de agua por metro cuadrado.

Ante estos hechos, el Instituto Nacional de Meteorología (Inmet) alertó que las actuales condiciones aún son propicias para nuevas lluvias, incluso con granizo y vientos fuertes.

A inicios de este año, el sureste de Brasil había sido azotado por intensas precipitaciones que dejaron más de 800 pérdidas humanas y obligó al Gobierno a decretar varias alertas y a crear albergues temporales para los miles de damnificados.

Datos oficiales reflejan que unos cinco millones de brasileños habitan en unas 800 zonas de riesgo a lo largo y ancho la nación suramericana, pudiendo ser víctimas de eventos naturales como deslizamientos de tierra, inundaciones, resacas, sequías y vendavales.