Fracasó este martes el intento de las potencias occidentales, secundadas por el secretario General de la ONU Ban Ki-moon, de condenar al Gobierno de Siria en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas por la delicada situación interna que atraviesa ese país árabe, aunque las discusiones proseguirán este miércoles.

Los quince países que componen la instancia decisoria más importante de la Organización de Naciones Unidas no lograron un consenso para acordar una declaración que busca imponer sanciones a Siria, impulsada por Gran Bretaña, Francia, Alemania y Portugal, con el respaldo de Estados Unidos.

El proyecto condena a Siria por “la brutal represión ejercida contra los manifestantes en los últimos días y que ha causado cientos de muertos y heridos”, según coinciden diversas agencias occidentales de noticias.

Entre lo más reticentes a esa declaración estarían Rusia y China, dos de los miembros permanentes y con derecho de veto que de manera general no son proclives a inmiscuirse en situaciones que consideran asuntos internos de un país.

El embajador sirio, Elmi Ahmed Duale, rechazó las acusaciones, lamentó las ” víctimas civiles” y afirmó que “las manifestaciones pacíficas en Siria está protegidas por el gobierno” y señaló que el presidente Bashar Al Assad “considera mártires a todas las víctimas, sean manifestantes o fuerzas de seguridad”.

“No tenemos nada que esconder. Lamentamos lo que está ocurriendo”, dijo el diplomático, que consideró que su país está capacitado para investigar por sí mismo cualquier situación, en relación a la petición del secretario Ban de que haya una investigación internacional sobre los sucesos.

“Lamentamos lo que está sucediendo, pero deberían reconocer que estos disturbios, en ciertos aspectos, tienen agendas ocultas”, dijo el diplomático sirio y agregó que el objetivo de estas agendas era “socavar la estabilidad de Siria”.

Afirmó por otra parte que al presidente Asad “se le debería dar una oportunidad de cumplir su misión de reformar la vida política en el país”.

En tanto, Ban Ki-moon expresó su “creciente preocupación” por la situación tras brindar un informe ante el Consejo de Seguridad sobre la crisis en el mundo árabe.

“Los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU todavía negocian una posible declaración que podrían hacer acerca de la situación en Siria”, dijo el secretario.

“Observamos la situación con mucha atención y con creciente preocupación. Condeno la violencia que continúa contra los manifestantes pacíficos, sobre todo el uso de tanques y fuego que dejó a centenares de personas muertas y heridas”, añadió.

Según comunicó el embajador de Colombia, Néstor Osorio, cuyo país preside el Consejo de Seguridad en abril, la discusión de la situación en Siria continuará este miércoles.

“Mañana seguiremos con nuestras reuniones, recibiremos un informe más sobre la situación en Siria y de ahí veremos cuál será la actitud del Consejo”. Aseguró que hay “borradores circulando, pero todavía nada en concreto”.

Datos de la oposición siria refieren que más de 350 personas, incluidos civiles, militares y policías, han perdido la vida en Siria desde el estallido de las revueltas el pasado 15 de marzo para pedir reformas democráticas y más libertades políticas.

El Gobierno de Al Assad, que atribuye los incidentes violentos a una “gran conspiración extranjera” y a “bandas criminales armadas”, hizo importantes concesiones como la liberación de prisioneros políticos y el levantamiento del estado de emergencia vigente desde 1963.

También abolió el Tribunal de Seguridad del Estado y concedió la nacionalidad siria a la minoría kurda.

(Con información de la Radio del Sur)