Texto y fotos EL Guerrillero

Había que estar allí para ver aquello. Un mar de pueblo que no creyó ni en sol ni largas horas parados en la calle para esperar a su equipo de pelota.

Bastara que llegaran para que toda penuria no fuera en vano. Luego de un intenso periplo por tierras pinareñas, arribó el team de Urquiola al estrado principal de la calle Martí donde decenas de miles de personas le aguardaban para agradecerle volver realidad el sueño de sentirse campeones.

Pasaron uno a uno al estrado Lorenzo Quintana, David Castillo, Vladimir Baños, Norlis Concepción, Yosvani Torres, Yovani Peraza, tanto y tantos, llenos de alegría, saludando emotivamente al público, y bailando con la zandunga de un buen reguettón.

Y entra Urquiola y la gente se vuelve medio chiflada, no saben si gritar, llorar, tirársele arriba a los peloteros… fue la locura, y Pinar la vivió y vivirá por los próximos días.

El estribillo que acompañó al equipo en toda la temporada no descansó ni un segundo “Esto es para los que dicen que a mí me queda poco, ustedes están mal, ustedes están locos”

Locos estaban todos ayer en la noche y hoy, pero locos de júbilo, de satisfacción por sentirse nuevamente los mejores del béisbol en Cuba, campeones a pesar de todo pronóstico.

Y no podía rematar con mejor jugada el capitán del team, Donald Duarte, quien, jaranero como siempre, cantó: “el oro eso mío, repártanse” y el público le respondió “la plata y el bronce”.

Pues el oro está ya en casa, comenzó la fiesta….