Un ataque con bomba provocó la muerte de 12 soldados afganos y siete de las fuerzas militares de la OTAN en la provincia de Laghman, según informaciones divulgadas en esta capital.

En un informe colocado en el sitio web de la Agencia Kali Yuga, fuentes de la insurgencia declararon que el atacante se inmoló en la acción como parte de la ofensiva de primavera contra las tropas de ocupación.

De acuerdo con esas noticias, la ofensiva insurgente proseguía en las regiones de Ghazni, Kunduz, Juzjan, Wardag, Khost, Paktia y Nagarhar y en los cuales las tropas del gobierno de Hamid Karzai solicitaron apoyo aéreo de la Organización del Tratado del Atlántico del Norte (OTAN).

Hasta la fecha, el mando de esa organización admitió que en esas acciones murió uno de sus integrantes, pero sin ofrecer detalles o la nacionalidad del occiso.

El sitio Casualties informó que la cifra de bajas de militares extranjeros ascendió a 170, de ellas 125 estadounidenses, un promedio de una diaria desde el inicio del presente año.

Mientras, medios de prensa en Kabul se hicieron eco de las declaraciones del general británico James Bucknell, jefe de la invasora Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF), subordinada a la OTAN en Afganistán.

El alto jefe militar expresó dudas sobre la retirada de las tropas extranjeras de esta nación, prevista para concluir en el 2014 y que debe iniciarse paulatinamente a partir de julio-agosto del presente año.

Bucknell dijo que se necesita más financiamiento y que la insurrección debe incrementarse y subrayó que tales hechos tendrán consecuencias poco favorables y pueden “envalentonar a los talibanes.”

(Con información de Prensa Latina)