Obama no convence a nadie con su visión de Cercano Oriente
Con su visión de paz para Cercano Oriente, el presidente estadounidense, Barack Obama, no convenció a ninguna de partes enfrentadas. Pocas veces antes Israel y los palestinos habían debatido un discurso de un presidente estadounidense con tanta controversia, aunque al fin y al cabo Obama no hizo otra cosa que repetir en voz alta la política en marcha desde hace mucho tiempo.
El elixir de la verdad ha conmocionado por las dos partes: los colonos israelíes echan chispas y acusan a Obama de haber hecho suyo el plan de los palestinos para la destrucción de Israel. La organización radical palestina Hamas, que gobierna la Franja de Gaza, no acepta lecciones sobre democracia.
El presidente palestino, Mahmud Abbas, convocó una sesión de emergencia de todos los gremios directivos, mientras el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se prepara para un encuentro hoy con el presidente estadounidense.
Y es que a veces los discursos no se analizan por lo que se dijo, sino por lo que se calló. “El presidente decepcionó: habló como un experto y no como el líder de una potencia mundial. No presentó un calendario, ni hizo política del palo y la zanahoria”, cree Orly Azulai, del diario “Yediot Aharonot”.
Alon Pinkas, ex cónsul general de Israel en Nueva York, señaló que el discurso fue como “un buffet político del que cada uno puede picotear lo que quiera y ponerlo en su plato”. O para criticarlo. “Las dos partes se concentran ahora solamente en la parte que no les gustó y la utilizan como motivo para rechazar todo”, cree también el politólogo Eitan Gilboa, de la universidad de Bar Ilan.
Obama advirtió a los palestinos de que un movimiento unilateral en la ONU en septiembre para atraer apoyos a la creación de un Estado palestino “no llevará a un estado independiente”. Además, “Israel debería ser reconocido como un Estado judío y la patria del pueblo judío”, una larga demanda de Israel. Sin embargo, Israel se ha centrado en otra parte del discurso: el llamamiento a un Estado palestino “basado en las fronteras de 1967 con intercambios acordados mutuamente”.
“Obama se atrevió a pronunciar las palabras ‘fronteras de 1967′, y eso no se le perdonará”, explica hoy el diario “Haaretz”. Un comentarista del diario “Maariv” habla incluso de una encerrona organizada a Netanyahu.
“Las fronteras de Israel y Palestina deben basarse en las líneas de 1967, con un intercambio que acuerden ambas partes, de modo de que se establezcan para ambos Estados fronteras seguras y reconocidas”. De forma similar se había pronunciado ya la secretaria de Estado y jefa de la diplomacia Hillary Clinton en 2009.
También las conversaciones de paz llevadas a cabo en el verano de 2000 por el ex presidente Bill Clinton se basaban en la idea de que las fronteras anteriores a la guerra de los Seis Días servían como base y que después israelíes y palestinos debían intercambiar territorios.
El predecesor de Obama, el ex presidente George W. Bush, fijó ese mismo principio también en una carta en 2004. Sin embargo, prometió tener en cuenta los cambios ocurridos en suelo israelí desde la toma de Cisjordania por Jordania en la guerra de 1967, algo que Israel interpretó como un signo de que podría anexionarse grandes bloques de asentamientos en Cisjordania.
El jefe de gobierno Netanyahu hizo uso inmediatamente después del discurso de Obama de su argumento de que Israel no puede defender esas fronteras. El ministro de Defensa, Ehud Barak, lo ve de otro modo. dijo en “Israel es el país más fuerte en un círculo de 1.000 millas en torno a Jerusalén”, una entrevista con “Los Angeles Times”. Sólo hay que estar lo suficientemente seguros de nosotros mismos.
“Ningún presidente estadounidense había destacado tan expresamente la cuestión fronteriza”
Desde finales de septiembre de 2010, las conversaciones de paz entre Israel y los palestinos están congeladas. El presidente palestino, Mahmud Abbas, sólo quiere seguir negociando si Israel cesa la construcción de asentamientos y acepta las fronteras de 1967 como base de las conversaciones.
Las primeras reacciones palestinas muestran también que el presidente estadounidense quizá se equivocó en el cálculo de las respuestas a su discurso. “El discurso de Obama es muy decepcionante”, dijo el miembro del comité ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) Wasel Abu Jusef. Obama dio marcha atrás, en vez de avanzar, y se situó totalmente del lado de Israel. Por ello, Jusef no ve posibles nuevas negociaciones.
Obama tampoco hizo referencia al acuerdo de reconciliación alcanzado entre Al Fatah y el radical Hamas, que rechaza reconocer el Estado judío. Sin embargo, llama a Abbas a convocar una reunión de emergencia de la cúpula palestina.
“Lo que Obama quiere es frenar a los palestinos de acudir a la ONU en septiembre y poner obstáculos en el camino de la reconciliación”, cree otro miembro del comité ejecutivo de la OLP, Bassam Salhi.
Muchos comentaristas creen que Netanyahu no se quejará ante Obama, sino que le agradecerá el discurso. “Ayer el presidente estadounidense destruyó el único logro de los palestinos: una ola de apoyo internacional para el reconocimiento de un Estado palestino. Septiembre (como fecha prevista para ello) murió la noche pasada. Después de Estados Unidos, los europeos retirarán su apoyo”, escribía “Haaretz”.
(Con información de DPA)
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