El conservador Partido Popular (PP) se impuso este domingo con contundencia al Partido Socialista Obrero Español (PSOE) del presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, en las elecciones municipales celebradas en España.

Con un 87,3% de los votos escrutados, el PP obtiene un 37,49% por ciento de los votos frente al PSOE, con el 27,87% por ciento.

Izquierda Unida (IU) es la tercera fuerza política más votada, con el 6,35 por ciento de los sufragios.

En los anteriores comicios municipales, en 2007, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) había obtenido un 34,9% frente al 35,6% del PP, una victoria conservadora pero con menos de un punto de diferencia.

El PP lidera los sondeos de intención de voto en España desde mediados de 2009, en un contexto de crisis económica que sumió al país en la recesión los dos últimos años.

Aunque el crecimiento se recupera poco a poco este año, el desempleo saltó del 8% al 21% y sigue aumentando, lo que presagiaba una fuerte derrota del partido del presidente del Gobierno Rodríguez Zapatero.

Los conservadores aseguraron que los comicios pueden suponer “el inicio de una nueva etapa política” en el país. “El PP habría obtenido una gran victoria”, dijo en Madrid la vicesecretaria de Organización de la formación, Ana Mato, tras el cierre de los colegios electorales.

Por su parte, el PSOE anticipó que tendrá un mal resultado en estas elecciones, según admitió la portavoz de su comité electoral, Elena Valenciano.

“Esta no será una buena noche para el PSOE”, dijo Valenciano, al señalar que los datos que manejan indican que “posiblemente” haya una pérdida de gobiernos municipales y regionales.

Estos comicios no sólo estuvieron marcados por las consecuencias de la crisis, sino también por la ola de protestas de ciudadanos “indignados” o movimiento del 15-M que recorre el país desde hace una semana y que eclipsó casi totalmente la campaña electoral y los mensajes de los partidos tradicionales.

Desde el movimiento de protesta, que ha llenado de gente las plazas de toda España durante la última semana, han dicho que no van a valorar los resultados de las elecciones, puesto que no se sienten representados por los partidos políticos, y decidieron prolongar su acampada al menos una semana más.

El movimiento ciudadano estalló el domingo 15 de mayo, aglutinado a través de las redes sociales y protagonizado fundamentalmente por jóvenes –en una España con una tasa de desempleo juvenil del 45 por ciento–, y ha acaparado el protagonismo de la campaña, así como la atención internacional.

El movimiento se encuentra en plena efervescencia en un país sumido en una profunda recesión, y cuyo Gobierno se ha plegado a las exigencias de los mercados y de sus socios de Bruselas llevando a cabo fuertes políticas de recorte.

(Con información de La Radio del Sur)