OTAN continúa presionando y bombardeando a Libia
La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) continúa presionando a Libia: primero, los pilotos de la coalición internacional bombardearon ocho buques de guerra en sólo unas horas, en el marco de su operación contra el régimen del líder libio, Muamar al Gadafi. Sin embargo, no consiguieron hundirlos porque se encontraban amarrados en variospuertos.
Y ahora, Francia decidió enviar helicópteros de cn bombas y sobre todo armas de precisión. Desde comienzos de abril la operación es dirigida por la OTAN, aunque Francia intentó evitarlo.
Estados Unidos contribuía al principio con cazabombarderos, pero desde comienzos de abril pasó a un segundo plano y limitó su contribución a aviones nodriza y de transporte, para indignación del presidente francés, Nicolas Sarkozy, que según el diario “Le Monde”, exigió en vano a su homólogo estadounidense Barack Obama que volviera a enviar los peligrosos aviones de combate del tipo A-10.
Los funcionarios de la OTAN en Bruselas ven en la operación considerablemente endurecida contra Libia un signo de la latente extensión de la misión de combate. Pero los militares de la OTAN parecen no ver el peligro: el teniente coronel británico Mike Bracken, portavoz de la operación en Libia, ve sobre todo una serie de grandes éxitos militares en las últimas semanas.
La ciudad oriental de Adyabiya se mantiene desde hace dos meses bajo una “considerable prisión” de las tropas fieles a Gadafi.
Mientras tanto esas tropas no suponen una amenaza, se replegaron en parte y se ocupan principalmente de procurarse suministros.
Misrata, donde hace dos meses los tanques de Gadafi disparaban en las calles, ya no está asediada de forma continua. Ya no hay soldados de Gadafi allí y el suministro de la población ya no está amenazado: “Hace dos semanas logramos un punto de inflexión”.
Según Bracken, hay problemas en la altiplanicie poblada por bereberes en el oeste del país, donde sin embargo, las tropas anti Gadafi están ahora mejor organizadas. También en Trípoli y sus alrededores sigue habiendo muchos “objetivos legítimos”.
Las tropas de la OTAN insisten en que el objetivo de la operación no es ni la muerte de Gadafi ni el derrocamiento del régimen, sino que los bombardeos tienen el objetivo de proteger a la población civil, para lo que el mandato de la ONU permite utilizar “todas las medidas necesarias”.
Pero por el momento nada indica que Gadafi vaya a desaparecer pronto o que la operación de la OTAN vaya a terminar pronto. Los funcionarios de la alianza atlántica creen que la nueva operación “robusta” podría tener que ver con que se van acabado los objetivos militares que aún pueden ser destruidos. La coalición anti Gadafi parece decidida a explotar al límite el mandato de la ONU.
(Con información de DPA)
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