“Bienvenido Mel” y “Fuera golpistas” coreaban seguidores Zelaya al recibirlo
El expresidente de Honduras Manuel Zelaya, expulsado del poder y del país el 28 de junio de 2009, fue recibido hoy por miles de sus seguidores que, entre otras consignas, coreaban “Bienvenido Mel” y “Fuera golpistas”.
Zelaya fue recibido por familiares en una base aérea de Tegucigalpa, donde besó el suelo y luego agradeció “a la comunidad internacional” y a los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez; de Colombia, Juan Manuel Santos, y de Honduras, Porfirio Lobo, “por su esfuerzo para llegar al momento de hoy”.
En las afueras del Aeropuerto Toncontín de Tegucigalpa, aledaño a la base aérea, los seguidores de Zelaya celebraban jubilosos el aterrizaje de las dos aeronaves venezolanas en las que llegaron el expresidente, parte de su familia y algunos cercanos colaboradores y amigos.
Los simpatizantes de Zelaya, de diversas ideologías, le dieron la bienvenida entre cantos, aplausos y vítores, y con una misa previa oficiada por el “cura en resistencia” Luis Santos.
“Estamos emocionados por el regreso del expresidente, aquí estuvimos para despedirlo cuando los golpistas lo sacaron del poder y aquí estamos hoy para recibirlo”, expresó a periodistas Natanael Robles, oriundo de Guasistagua, departamento central de Comayagua.
El sitio donde se celebró el acto de bienvenida a Zelaya es identificado por el Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP) como Plaza “Isis Obed Murillo”, nombre de un joven que murió de un balazo en la cabeza el 5 de julio de 2009, cuando el expresidente intentó sin éxito retornar a Tegucigalpa en un avión venezolano.
Aunque hoy la afluencia de seguidores de Zelaya era nutrida, fue menor a la multitudinaria marcha que llegó a ese mismo sitio del 5 de julio de 2009, según lo mostrado en imágenes aéreas por un canal de la televisión local.
Muchos de los participantes en el recibimiento de este sábado portaban banderas en rojo y negro del FNRP; rojo y blanco del Partido Liberal, amarillo y rojo del Partido Unificación Democrática (UD, de izquierda) y en azul y blanco con cinco estrellas, el emblema nacional de los hondureños.
También agitaban imágenes del guerrillero argentino Ernesto “Che” Guevara y banderas rojas con el nombre de “Mel”, como también es conocido el expresidente, mientras que otros llevaban la imagen impresa de su rostro en gorras, sombreros y camisetas.
Algunos de los seguidores de Zelaya llegaron desde ayer a Tegucigalpa y hoy iniciaron su caminata hacia el extremo sur del Aeropuerto Toncontín a eso de las 06.00 hora local (12.00 GMT).
“Venimos a recibir al expresidente, quien fue sacado del poder y del país por los golpistas”, indicó a Efe un maestro capitalino que se identificó como Javier Ramírez, enfundado en una camiseta roja con una imagen impresa de Zelaya luciendo un sombrero.
El dirigente magisterial Edgardo Cazaña, otro seguidor de Zelaya, indicó que participaba no como representante de una organización de maestros sino “como pueblo hondureño”.
“Aquí estamos para reunirnos con nuestro líder, esta es una fecha que hemos estado esperando”, agregó.
El sacerdote católico Luis Santos, responsable de la Diócesis de Copán, en el occidente de Honduras, ofició una misa en el estrado de recibimiento a Zelaya, quien fue derrocado cuando promovía una consulta popular para reformar la Constitución, pese a que la ley se lo impedía.
“Quiero comenzar este día en que celebramos el retorno del líder de las mayorías empobrecidas, el expresidente Zelaya, lamentando la muerte de maestros, campesinos, estudiantes y obreros”, después del golpe de Estado, subrayó Santos.
La seguridad en la cabecera sur de la pista del Aeropuerto Toncontín fue reforzada por decenas de policías provistos con escudos, bastones y bombas lacrimógenas para evitar incidentes, según informaron fuentes de la Secretaría de Seguridad.
La Policía desde ayer cerró el paso de vehículos en algunas de las arterias que conducen a Toncontín para facilitar la movilización a pie de los seguidores del expresidente, quien hoy cumple 700 días de haber sido depuesto, lo que también recordó el FNRP en una de sus pancartas.
La larga espera a la llegada de Zelaya, de unas nueve horas, dejó unos 25 desmayados por el sofocante calor y falta de agua, informó uno de los dirigentes del FNRP, Rafael Alegría, quien destacó que por lo demás todo estaba “perfecto, en paz, en tranquilidad, con mucha alegría y satisfacción”.
(Con información de EFE)
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