La muerte de cuatro soldados alemanes en Afganistán en tan solo 10 días revivió la polémica sobre la misión militar en ese país asiático, debido a que a pesar de las bajas el gobierno mantiene su decisión de seguir adelante.

La muerte más reciente entre las filas alemanas en suelo afgano ocurrió la víspera a 36 kilómetros al sur de la provincia de Kunduz, una de las zonas más peligrosas, donde también resultaron heridos otros cinco soldados, dos de ellos graves, informaron fuentes del Ejercito.

A pesar de ello, el ministro alemán de Defensa, Thomas de Maiziere, aseguró que el país mantendrá su actual línea en lo que respecta a la misión militar en Afganistán.

‘Nuestra estrategia es correcta, surte efecto, los talibanes pierden terreno’, afirmó el ministro en Dresden y añadió que ‘no se debe retroceder ante la violencia’, ya que una retirada anticipada amenazaría la seguridad de ese país.

Las declaraciones de Maiziere tuvieron lugar mientras en la ciudad de Hannover se celebró el funeral de tres soldados que murieron la semana pasada en Afganistán. Al respecto dijo que las dudas acerca de la misión eran legítimas en esta ocasión.

‘Pero las dudas tienen que ser superadas si estamos convencidos de que el fin es justo. Y lo estamos’, dijo.

En tanto, la canciller federal alemana comunicó su pésame a través de su portavoz Steffen Siebert, quien también estuvo presente en la ceremonia donde participaron unas 450 personas.

La polémica volvió a ocupar las páginas de los diarios locales también porque la prestigiosa exponente de la Iglesia evangélica, la obispa Margot Kassmann, en su discurso de la víspera criticó la intervención militar y la industria de las armas.

Ante más de 300 mil personas lanzó un mensaje de solidaridad y paz en el mundo. ‘Necesitamos apertura sobre lo que no conocemos’, dijo, tras recordar el peligro que representa el miedo, en particular hacia el Islam.

En uno de los pasajes más criticados de su discurso, Kasmann dijo : ‘deberíamos rezar junto a los talibanes en lugar de bombardearlos’ y que ‘ninguna guerra es justa’.

La resonancia del discurso de Kassmann fue tan grande en Alemania que el mismo Maiziere tuvo que responder. ‘Rezar para las víctimas, más allá de su nacionalidad es justo. En este sentido, también es justo rezar para los talibanes’.

Sin embargo, según el ministro alemán ‘rezar no puede sustituir en ningún momento la política en su sentido práctico’.

(Con información de Notimex)