Policía de Bahrein reprime protestas de opositores chiitas
La Policía de Bahrein disparó hoy gases lacrimógenos y balas de plástico contra opositores chiitas que marcharon hacia la capitalina plaza de La Perla, dos días después del levantamiento del estado de emergencia en el reino.
Fuerzas de seguridad reeditaron la represión de marzo pasado, aunque sin que se reportaran heridos, cuando la monarquía Al Khalifa aplastó violentamente las demostraciones de la mayoritaria población chiita contra el Gobierno.
Las marchas de este viernes, que siguieron a los rezos del mediodía y continuaron todavía en las oraciones vespertinas, fueron las más significativas desde que en marzo el régimen impuso el toque de queda y decretó el estado de excepción con apoyo de fuerzas militares foráneas.
Numerosas personas se habían congregado en la aldea Sanabis, aledaña a la plaza de La Perla, para honrar a Zainab Altajer, una mujer que la oposición aseguró que falleció ayer por inhalación de gas lacrimógeno, pese a que el Gobierno dictaminó muerte por causas naturales.
Asimismo, miles de personas asistieron este viernes en un cementerio de Manama al sepelio de Salman Abu Idris, un hombre de 63 años que pereció en el hospital a causa de las heridas propinadas por la Policía cuando arremetió contra manifestantes en marzo.
Testigos relataron que los manifestantes portaban carteles con demandas de cambios democráticos y reformas políticas, así como la dimisión del Ejecutivo, cuando fueron interceptados mientras avanzaban hacia el espacio donde estuvo el monumento de La Perla.
Esa plaza próxima al centro financiero de Manama se convirtió en epicentro de las protestas opositoras chiitas por mayor democracia, primero, y por el fin del dominio sunnita de los Al Khalifa, después, pero las autoridades la arrasaron y demolieron el monumento.
Alrededor de 30 personas, todas de confesión musulmana sunnita, murieron y cientos resultaron heridas en este reino del golfo Pérsico como consecuencia de la represión gubernamental en apenas un mes, lo cual desató fuertes críticas de la comunidad internacional.
El rey Hamad Bin Isa Al Khalifa ordenó el miércoles el fin del estado de emergencia, pero un día después descartó que ello implicara la retirada inmediata de los mil 500 soldados sauditas, emiratíes y kuwaitíes emplazados aquí para impedir nuevas demostraciones.
Los opositores presionan para que se introduzcan reformas y se instaure un sistema de monarquía constitucional que permita elegir al primer ministro de este pequeño reino, que sirve de sede a la Quinta Flota estadounidense.
(Con información de Prensa Latina)
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