En las últimas 24 horas, la violencia del narcotráfico dejó como saldo 86 muertos en México, siendo la tercera jornada más violenta desde 2006 hasta la fecha, reseñó este jueves Prensa Latina.

De acuerdo con las cifras publicadas en el diario Milenio, el grueso de las ejecuciones asociadas al crimen organizado ocurrieron en Michoacán, con 21 víctimas; Nuevo León, con 20, y Guerrero, con 10.

Las muertes también se contabilizaron en Baja California, Estado de México, Guerrero, Oaxaca, León, Coahuila, Durango y Chihuahua.

Durante el actual gobierno, el día más sangriento fue el 24 de agosto de 2010, en que ejecutaron a 135 personas, entre ellas 72 emigrantes en Tamaulipas, mientras que el segundo se produjo el 14 de junio de ese año, cuando hubo 91 víctimas.

Otro hecho extraordinario dentro de la ola de violencia que vive México ocurrió en el puerto de Acapulco, donde la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) excava, en estos momentos, al menos cuatro fosas comunes, en las cuales hasta la noche del miércoles encontraron los cuerpos de ocho hombres y dos mujeres.

Las víctimas mortales de la violencia en México en el 2010 superó a las del conflicto por la invasión a Afganistán y su prolongación a Pakistán, así como las de la guerra civil en Somalia y Sudán, según un estudio realizado por la Universidad Heidelberg, de Alemania.

En el análisis se afirma que la nación azteca vive “un conflicto en el que la fuerza violenta se usa de manera organizada y sistemática, en el cual las partes involucradas emprenden medidas amplias y en el que la destrucción es masiva y de larga duración”.

Como respuesta a esta situación, el gobierno del presidente Felipe Calderón optó por militarizar regiones del país, acrecentando todavía más los hechos violentos, en parte por los estrechos vínculos entre narcotráfico y fuerzas de seguridad.

Mientras esto sucede, por México avanza la Caravana por la Paz encabezada por el poeta y escritor Javier Sicilia, que ahora se encuentra en el estado de Chihuahua, donde entregarán a las autoridades un petitorio exigiendo que termine la ola de violencia en esa región.

(Con información de AVN/Patria Grande)