La policía de Carabineros desalojó con gas lacrimógeno la sede principal de la Universidad Central de Chile, tomada por estudiantes en rechazo al lucro en el sistema de enseñanza.

Según informó la radio Bío Bío chilena, “el procedimiento de expulsión” tuvo lugar en las primeras horas de este lunes “a requerimiento de las autoridades del plantel”.

Trascendieron además a la prensa otros actos de desalojos durante el fin de semana en liceos e institutos de la enseñanza media, ocupados en forma pacífica por los jóvenes desde hace varios días en reclamo de gratuidades y de mayor atención del Estado a los recintos docentes.

Ayer el titular del sector Joaquín Lavín dijo que las operaciones en más de un centenar de instituciones respondían a decisiones de los alcaldes y de las administraciones de las casas de estudio.

Sin embargo, el Directorio Nacional del Colegio de Profesores de Chile criticó a las autoridades por privilegiar la represión por encima del entendimiento con los demandantes.

Los desalojos no son el camino, señaló el presidente del Colegio de Profesores, Jaime Gajardo. Lo que se requiere, añadió, es que haya una respuesta del gobierno al petitorio de la ciudadanía, orientado a la recuperación de la enseñanza pública en el país.

Por lo pronto, ya se anunciaron nuevas acciones de protesta esta semana, incluida una marcha de estudiantes secundarios el próximo jueves, que partiría desde la céntrica Plaza de Armas hasta la avenida de la Alameda.

Los jóvenes del nivel de enseñanza media, apoyados por organizaciones de apoderados y padres, exigen que la educación deje de ser municipalizada porque ello acentúa la inequidad social, al existir localidades más pobres que no pueden financiar una educación de calidad.

(Con información de Prensa Latina)