Como cada 4 de julio, EE. UU. celebra su Día de la Independencia para conmemorar la firma de la famosa Declaración de 1776 que proclamaba su emancipación de la corona inglesa. Por todo el país se extenderán amplias celebraciones, mientras que en las grandes ciudades tendrán lugar numerosos desfiles y fuegos artificiales. El mayor espectáculo pirotécnico en conmemoración del 235 aniversario de la Independencia se realizará en Nueva York, cuyo cielo se iluminará recreando los colores de la bandera nacional.

Mientras tanto, en muchas ciudades sureñas del país la atmósfera festiva, normalmente cargada de alegría y regocijo, se verá entristecida por la prohibición de compra y uso de dispositivos pirotécnicos, debido al tiempo extremamente cálido y seco de los últimos días.

En decenas de ciudades del estado de Texas se han cancelado numerosos conciertos y espectáculos esperados por los ciudadanos. A pesar de que en algunas partes del país tuvieron lugar protestas en contra de la decisión de las autoridades e incluso hubo intentos de recurrir dicha prohibición ante los tribunales, la mayoría de los ciudadanos expresaron su entendimiento por las precauciones tomadas.

Además no se han prohibido los pasatiempos predilectos de los estadounidenses en este día: las barbacoas y los ‘picnic’. Según la Asociación de Líderes de la Industria Minorista de EE. UU., los artículos más vendidos en estos días son la carne, el carbón y, cómo no, los indispensables para el 4 de julio banderas y sombreros con los colores nacionales.

Los que no podrán disfrutar del ambiente festivo y de las sabrosas barbacoas serán los senadores, cuyo tradicional receso por el Día de la Independencia ha sido cancelado debido a la necesidad de llegar urgentemente a un acuerdo entre los partidos políticos sobre la elevación de la deuda federal.

A pesar de que los legisladores son unánimes en cuanto a la necesidad de reducir los gastos estatales para minimizar el déficit presupuestario que ya alcanzó los 1,6 billones de dólares, no consiguen llegar a un acuerdo sobre cómo hacerlo. Así, los republicanos exigen profundos recortes de gastos como condición para elevar el límite de la deuda y no aceptan el incremento de impuestos, mientras los demócratas consideran lo último como parte vital de un acuerdo.

La oposición entre ambos partidos continúa, a pesar de que se aproxima el 2 de agosto, fecha límite para elevar el techo del endeudamiento nacional, según aseguró el Departamento del Tesoro del país. Así el secretario del Tesoro, Timothy Geithner, exhortó al Congreso a elevar el límite de forma urgente para “evitar las catastróficas consecuencias para el mercado y la economía de una crisis de moratoria”.

A su vez, algunos funcionarios demócratas aseguran que el plazo real para llegar a un trato vence a mediados de julio, ya que los líderes del Congreso necesitan además una o dos semanas para ultimar detalles y conseguir votos.

(Con información de Actualidad RT)