Nuevo alegato sobre el papel que jugó el FBI en el suicidio de Ernest Hemingway
Durante cinco décadas, periodistas literarios, psicólogos y biógrafos han tratado de aclarar por qué Ernest Hemingway se quitó la vida, disparándose en su casa en Idaho mientras su espora Mary dormía.
Algunos culparon a la creciente depresión en la comprensión de que los mejores días de su carrera como escritor habían llegado a su fin. Otros dijeron que sufría de un desorden de personalidad.
Ahora, sin embargo, el amigo y colaborador de Hemingway en los últimos 13 años de su vida ha sugerido otro factor que contribuye, anteriormente desestimado como un delirio paranoico del premio Nobel de Literatura. Es que Hemingway estaba en conocimiento de su larga vigilancia por el director del FBI, Edgar Hoover, quien sospechaba de sus vínculos con Cuba, y que esto pudo haber ayudado a empujarlo hasta el borde.
Escribiendo en el New York Times en el 50 aniversario de la muerte de Hemingway, A.E. Hotchner, autor de Papa Hemingway y Hemingway y Su Mundo, dijo que él creía que la vigilancia del FBI “sustancialmente contribuyó a su angustia y su suicidio”, añadiendo que él “lamentablemente juzgó mal” el temor de su amigo por la organización.
La reevaluación es significativa ya que fue precisamente por Papa Hemingway que el temor del escritor de ser espiado y seguido por el FBI surgió por primera vez.
El cambio tardío de Hotchner arroja una nueva luz en los últimos meses de la vida de Hemingway y de otros dos incidentes en particular.
En noviembre de 1.960, escribe Hotchner, visitó a Hemingway y a Mary en Ketchum, Idaho, para la cacería anual de faisanes. Hemingway se portaba de una manera rara, recuerda Hotchner.
No sería la única vez durante su visita que Hemingway se quejaría acerca de estar bajo vigilancia del FBI. En el último día de la visita de Hotchner, en una cena con el escritor y su esposa, Hemingway señaló a dos hombres en el bar quienes él identificó como “agentes del FBI”.
Con los dos incidentes inmediatamente antes de la hospitalización de Hemingway en la clínica Mayo en Minnesota, donde recibió terapia de electrochoque, y varios intentos fallidos de suicidio luego de ser dado de alta, la mayoría descartaron las denuncias de Hemingway sobre el FBI en buena parte ilusorias.
En la década de los 80, sin embargo, el expediente de Hemingway del FBI fue publicado luego de una petición de la ley de Libertad de información hecha por Jeffrey Myers, un académico en ese entonces de la Universidad de Colorado. El expediente demostró un profundo interés en Hemingway, incluyendo sus intentos durante la guerra para establecer una red de espionaje contra el fascismo llamado Crook Factory, y el interés persistió hasta que él ingresó a la Clínica Mayo en 1.960.
Efectivamente, en enero de 1.961, el agente especial con la tarea de seguirlo diligentemente informó a Hoover que Hemingway “estaba física y mentalmente enfermo”.
Ese expediente, de más de 120 páginas y de las cuales 15 páginas están tachadas por razones de seguridad nacional, también demuestran cuan cerca era el interés de Hoover y su organización en Hemingway. Se está reconsiderando las revelaciones contenidas en este expediente que llevó a Hotchner expresar su pesar de que él no tomó más en serio las quejas de Hemingway, o consideró el potencial impacto que tal vigilancia pudo haber tenido sobre un hombre que entraba en un período de enfermedad mental.
Fuente The Guardian, Traducción para Aporrea por Ivana Cardinale
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