El cambio de ministros anunciado por el presidente chileno, Sebastián Piñera, en particular la salida del titular de la cartera de Educación, fue calificada por los estudiantes de ese país como una conquista luego de dos meses de protestas del sector en defensa de la enseñanza gratuita.

Igualmente, los dirigentes estudiantiles consultados aclararon que con el cambio de Joaquín Lavín en ese ministerio no finalizaron sus luchas en rechazo a la privatización del sistema educativo.

El presidente Pieñara anunció este lunes la remodelación de su gabinete, con el cambio de ocho ministros, en momento en que su gestión tiene la más baja popularidad desde que asumió el Ejecutivo en marzo de 2011, reseñó la agencia Efe.

Lavín fue designado como ministro de Planificación y la cartera de Educación ahora quedó a cargo de Felipe Bulnes, quien era el titular de Justicia.

“Conseguimos la respuesta a nuestra petición, pues exigíamos la renuncia del ministro por su inoperancia”, sostuvo Laura Ortiz, presidenta de la Asamblea de Estudiantes Secundarios (Aces).

La referente social expresó que Lavín dejó el cargo “gracias a la exigencia de los estudiantes”.

En tanto, la portavoz de la Federación Metropolitana de Estudiantes Secundarios (Femes), Paloma Muñoz, explicó que el ex ministro de Educación “era un obstáculo bastante grande, pero el problema es estructural. Por eso no queremos que se vuelva a cambiar de ministro sin que se solucionen y resuelvan nuestras demandas”.

Además señaló que los estudiantes podrían acceder a un diálogo, “siempre que sea una mesa de trabajo nacional, con todos los actores presentes. Ya Lavín hizo reuniones separadas y eso fue poco transparente”.

Por su parte, el presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica (Feuc), Giorgio Jackson, afirmó que “el movimiento social ha forzado un cambio político” en el gobierno.

El dirigente advirtió que el objetivo de los estudiantes no era el cambio de ministro, sino una transformación en la política de Estado sobre la educación pública.

“La ciudadanía y los movimientos sociales han forzado un cambio de índole política. Esta crisis fue revelada por estos movimientos sociales, que constataron desde conflictos de interés hasta el desgaste de una manera tradicional de hacer política”, expresó.

Jackson manifestó que el estudiantado espera “que este rediseño no sea solamente instrumental, sino que responda a los intereses de las grandes mayorías”, que quieren a la educación pública como centro del sistema social.

Los estudiantes secundarios chilenos mantienen ocupados más de un centenar de establecimientos y exigen que éstos vuelvan a ser administradas por el Estado, como ocurría antiguamente, y no por los municipios, como ocurre desde 1981.

También demandan la reconstrucción de los colegios dañados por el terremoto de febrero de 2010 y la extensión a todo el año del pasaje rebajado en el transporte público, entre otros puntos.

(Con información de AVN)