Estados Unidos se prepara para una inaudita suspensión de pagos

Barack Obama. Foto: Reuters“Las consecuencias de una suspensión de pagos, o tan sólo de la posibilidad de una suspensión, son imposibles de predecir, y tremendas de contemplar. Poner en duda la confianza en el crédito de Estados Unidos tendría graves repercusiones en los mercados financieros y en el valor del dólar. El país no puede permitirse semejante resultado”. Eran palabras de Ronald Reagan, un presidente que elevó el tope de la deuda 17 veces, palabras que Barack Obama ha citado en varias ocasiones a lo largo de esta semanas.

A medida que se acerca la fecha fatídica, Washington se prepara para lo que podría ser la primera suspensión de pagos de su historia. Según los cálculos del Bipartisan Policy Center, un thinktank de Washington, pasado mañana el gobierno estadounidense deberá hacer frente a unos 307.000 millones de dólares en gastos para agosto, frente a unas expectativas de ingresos de 172.000 millones.

La disyuntiva es priorizar ciertos gastos y dejar de pagar otros

Las opciones van desde priorizar y abonar lo que considera más importante a dejar de pagar ciertos gastos. Las informaciones de estas semanas no dan una idea muy clara de cuales serán los primeras metas del Gobierno. El presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, aseguró recientemente, anticipando la estrategia de la Casa Blanca en caso de crisis, que Washington seguiría pagando los intereses de los bonos si no se alcanza un acuerdo a tiempo.

Hace unos días, Bernanke se reunió con el secretario del Tesoro, Tim Geithner y el de la Reserva de Nueva York, William Dudley, para elaborar una estrategia en caso de emergencia de la que no han dado detalles porque todo el mundo espera que haya compromiso. “El 3 de agosto, Estados Unidos ya tendrá una factura de 23.000 millones de dólares en pagos a las 54 millones de personas que dependen de la Seguridad Social”, explica Sebastian Mallaby, director del Centro Greenberg de Estudios Geoeconómicos, “así que el Gobierno se quedará sin poder mandar muchos cheques. Y si no tiene más remedio que reconocer que la abuela se quedará sin su pensión, eso podría acelerar el compromiso sensato”. De hecho Obama ya avisó que los jubilados, los pensionistas y los veteranos de guerra se quedarían sin cobrar de no alcanzarse un acuerdo.

Tomado de El Público.es

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