Montañas cubanas embellecidas por exuberantes orquídeas
La abundante floración de las orquídeas cubanas distingue hoy a la Sierra del Rosario, Reserva de la Biosfera, que en el período estival muestra todo su esplendor.
Expertos afirman que las condiciones atmosféricas típicas del verano favorecen la aparición de millares de flores en el macizo, variedades que pese a su fragilidad se recobran de los daños ocasionados por los huracanes Gustav e Ike en agosto y septiembre de 2008.
Las elevadas temperaturas y las lluvias propician el florecimiento de las plantas oriundas de la isla, por lo general de pequeño tamaño, mientras en invierno brotan las exóticas, explicó a Prensa Latina Esther Lidia Santacruz, investigadora del Orquideario de Soroa.
Mayor jardín de su tipo en el país, el centro científico radicado en las serranías abriga a unas 700 especies provenientes de diversas latitudes.
Ese vergel, con más de medio siglo de fundado, cobija a ejemplares exclusivos de la zona, que se reproducen allí de forma natural y mediante los procedimientos de la biotecnología.
Umbráculos y senderos exhiben la majestuosidad de la abundante familia, reconocida entre muchas por su pétalo modificado.
En el oeste del archipiélago, la Sierra del Rosario y la península de Guanahacabibes acogen a valiosas poblaciones de la dama del reino vegetal, que además de sus bondades ornamentales, es empleada como una suerte de termómetro para constatar la salud de los ecosistemas.
En Cuba viven más de 300 variedades de la aristócrata de las flores, un tercio de ellas localizadas en el occidente de la nación.
(Con información de Prensa Latina)
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