Gobierno boliviano reitera que Estados Unidos está detrás de las protestas indígenas
El Ejecutivo boliviano reiteró hoy la acusación de que Estados Unidos está detrás de las marchas indígenas contra la administración de Evo Morales y que esos movimientos también están instigados por los intereses de los empresarios madereros.
El viceministro de Coordinación con los Movimientos Sociales, César Navarro, aseguró hoy que la marcha hacia La Paz que rechaza la construcción de una ruta por motivos medioambientales, convocada por la Confederación de Pueblos del Oriente Boliviano (CIDOB), “no tiene una motivación legítima, sino una utilización dirigencial del sentimiento de las bases, a lo que se suma su dependencia de intereses externos”.
El funcionario sostuvo que la posición radicalizada y las contradicciones de los dirigentes de la CIDOB “muestran que el objetivo de la marcha no es dialogar para lograr acuerdos”, según informó la agencia de noticias ABI.
“Inicialmente dijeron que se oponían a la construcción del tramo II de la carretera entre Villa Tunari y San Ignacio de Moxos, pero después de cinco días de la movilización anunciaron que tenían 13 demandas, sin mencionar cuáles”, explicó.
Navarro preciso que los dirigentes presentaron luego 16 demandas, de las cuales la mayoría no tiene nada que ver con su proclamada defensa de los bosques del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS), como la exigencia de “paralizar la construcción de carreteras en todo el país, lo que va en contra la integración vial”, agregó.
También “exigen la paralización de las operaciones de exploración, explotación y exportación del gas natural que se produce en la zona del Chaco Tarijeño, correspondiente a los campos de Sanandita, San Antonio, Margarita e Itáu”, demanda que de ser aceptada dejaría a Bolivia sin recursos para la coparticipación o los planes sociales, detalló el funcionario.
Por ello, aseguró que el objetivo de la CIDOB es “colocar obstáculos al diálogo para generar una conspiración contra el gobierno” y denunció que esos propósitos “parece que no fueron diseñados ni por los propios dirigentes indígenas, sino por un adoctrinamiento exterior para provocar divisiones y enfrentamientos entre bolivianos a fin de impedir la integración y el desarrollo”.
Navarro puntualizó que hay investigaciones que muestran que también hay intereses empresariales madereros que están detrás de la marcha, ya que la construcción de la carretera entre Villa Tunari y San Ignacio de Moxos pondrá sus actividades al descubierto e impedirá la tala ilegal de los bosques.
“Hay empresarios madereros, como Miguel Mazluff, ex senador del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR); propietario de la empresa Fátima, quien ha comprado de los indígenas grandes extensiones de tierras que pertenecen a la Territorios Comunitarios de Origen (TCO)”, aseguró.
Ayer, el presidente Evo Morales anunció que pedirá explicaciones a la Embajada de Estados Unidos en su país porque tiene información de que personal de esa legación tomó contacto con los indígenas que protestan contra el gobierno.
“He pedido al canciller (David Choquehuanca) que convoque al representante de la embajada”, dijo Morales en una entrevista con medios de prensa estatales reseñada por las agencias de noticias ABI, ANSA y DPA.
El mandatario afirmó que tenía reportes de las llamadas telefónicas hechas entre funcionarios de la embajada estadounidense y algunos dirigentes indígenas.
También criticó el respaldo que recibe la protesta de parte de varias organizaciones no gubernamentales; entre éstas, algunas financiadas por la Agencia de Cooperación Internacional de Estados Unidos (USAID).
Los manifestantes indígenas que pretenden llegar a La Paz partieron el lunes de Trinidad, la capital del departamento Beni, en el noreste del país, y ayer ya habían cumplido los primeros 90 kilómetros hasta el poblado de San Ignacio de Moxos, a 510 kilómetros de la capital.
(Con información de Prensa Latina)
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