Familiares y vecinos despiden a la niña de 11 años asesinada Candela Rodríguez, el 1 de septiembre de 2011 en Buenos Aires. Una conmocionada sociedad argentina se unió en reclamo de justicia por el crimen de Candela, hallada asesinada el miércoles tras 10 días de búsqueda, cuando todo parece apuntar a un caso de secuestro extorsivo. Foto: AFP

Una conmocionada sociedad argentina se unió este jueves en reclamo de justicia por el crimen de Candela Rodríguez, una niña de 11 años hallada asesinada el miércoles tras 10 días de búsqueda, cuando todo parece apuntar el jueves a un caso de secuestro extorsivo.

“Estamos investigando la desaparición y muerte de una criatura. Una de las hipótesis es la de secuestro extorsivo pero también hay otras hipótesis posibles”, dijo este jueves en rueda de prensa el fiscal general de Morón (periferia oeste), Federico Nieva Woodgrate.

Centenares de personas, amigos, vecinos y compañeros de escuela, acompañaron este jueves el velatorio y cortejo fúnebre, seguido de cerca por las cámaras de televisión.

El cuerpo de Candela fue hallado el miércoles dentro de una bolsa de residuos en un basural, a unos tres kilómetros de su casa, y donde habría sido arrojado ese mismo día, según la investigación.

La autopsia indicó que la niña murió por asfixia dos o tres días antes del hallazgo del cuerpo, el cual no mostraba señales de haber recibido golpes ni signos de abusos y estaba bien alimentada, dijo el fiscal.

La hipótesis de que se trate de un secuestro extorsivo o un ajuste de cuentas creció tras la revelación de un supuesto llamado que se habría recibido el lunes pasado y en el que se aludía a una presunta deuda del padre de la niña, preso con anteriorirdad por una causa de ‘piratas del asfalto’ (robo de camiones con mercancías).

El coche fúnebre con los restos de la pequeña Candela Rodríguez es rodeado por familiares, amigos y vecinos, el 1 de septiembre de 2011 en Buenos Aires. La niña, de 11 años, fue hallada muerta el 31 de agosto tras su secuestro diez días antes. Foto: AFP

La suerte de la niña mantuvo en vilo a los argentinos desde que desapareció el lunes 22 de agosto de la esquina de su casa en la localidad de Hurlingham, en la periferia oeste de Buenos Aires, y tuvo una infrecuente repercusión mediática y social.

La presidenta Cristina Kirchner, quien la semana pasada había recibido a la madre de la niña, Carola Labrador, no se refirió públicamente al crimen, pero sí lo hicieron su jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, y el ministro de Justicia, Julio Alak.

Fernández aseguró en la red social Twitter que se seguirá “colaborando con todos los medios para esclarecer el hecho y que la Justicia sancione a los responsables”.

Alak calificó el asesinato de un “hecho horroroso” que “merece un rápido esclarecimiento y la máxima condena” a sus responsables, mientras varios dirigentes de la oposición repudiaron el asesinato.

Apenas conocida la noticia de la muerte, miles de mensajes expresaron en twitter dolor y reclamo de “justicia por Candela”, entre ellos uno del cantante puertorriqueño Ricky Martin.

“Duelo por Candela”, se leía este jueves en un cartel en la puerta de la escuela donde estudiaba esta alumna.

El tema tuvo una repercusión social inusitada, con reconocidos actores, periodistas y deportistas, además de organizaciones no gubernamentales, que se sumaron a la búsqueda atendiendo llamadas telefónicas que pudieran aportar datos para dar con la pequeña, pero no se reportó nada concreto.

Luego del entierro, centenares de vecinos marcharon hasta la comisaría local para exigir justicia y un grupo protagonizó incidentes cuando arrojó huevos y escupitajos a un alto jefe policial que había salido para dialogar con los manifestantes.

Hugo Matzkin, subjefe de la Policía de la provincia de Buenos Aires, tuvo que ser escoltado por guardias de Infantería hasta el edificio de la seccional, en medio de insultos.

La mediatización del caso fue criticada por Nora Shurman, del Comité Argentino de Seguimiento de la Convención Internacional de los Derechos del Niño, al sostener que “pudo haber costado la vida de la criatura”.

“Esto se había convertido en un circo mediático más allá de la importancia y el dolor por la desaparición de una hija. No sé por qué este caso tuvo tanta repercusión, por qué un chico sí y otro no”, advirtió Shurman.

Según Cristina Fernández, coordinadora del Registro Nacional de Menores Extraviados, en lo que va de 2011 registraron 1.568 denuncias de estos casos, “de los cuales 567 ya están en sus casas y seguimos buscando 911”.

En declaraciones a radio Del Plata, aclaró que “desde 2003 hubo 17.924 denuncias de las cuales se resolvieron 16.066 casos, y de esos sólo 10 –ahora 11 con Candela– se encontraron muertos”.

(Con información de AFP)