Troy Davis y la política de la muerte
Por: Amy Goodman, Democracy Now
La muerte provoca ovaciones por estos días en Estados Unidos. Cuando, durante el último debate entre los candidatos republicanos a la presidencia, en Tampa, Florida, el periodista de CNN Wolf Blitzer le preguntó en forma hipotética al congresista Ron Paul, si se debería dejar morir a un hombre que eligió no tener cobertura de salud y de pronto sufriera una grave enfermedad, el público de la sala respondió al únisono y efusivamente “¡Sí!”.
Cuando, en el debate anterior, se le preguntó al Gobernador Rick Perry acerca de su aplicación entusiasta de la pena de muerte en Texas, el público comenzó a aplaudir y a ovacionarlo. La reacción del público provocó que el moderador del debate, Brian Williams, de NBC News, continuara la pregunta “¿Cómo interpreta la dinámica que acaba de suceder aquí?: mencionar la ejecución de 234 personas provoca aplausos.”
Esa “dinámica” es el motivo por el cual es tan importante la revocación de la condena a pena de muerte de Troy Davis, que el Estado de Georgia llevará a cabo el 21 de setiembre. Davis ha estado condenado a pena de muerte en Georgia durante cerca de 20 años luego de haber sido declarado culpable de matar al policía Mark MacPhail en Savannah. Desde que fue sentenciado, siete de los nueve testigos no policiales se retractaron de su declaración, alegando coerción e intimidación policial en la obtención de sus testimonios. No hay pruebas materiales que vinculen a Davis con el homicidio. Más…
Denis Moynihan colaboró en la producción periodística de esta columna.
Texto en inglés traducido por Mercedes Camps. Edición: María Eva Blotta y Democracy Now! en Español.
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