Un día después de la guerra (+ Video)
Por: Ana Hernández, Tomado de su Blog Guajiritasoy
“UN día después de la guerra si es que después de la guerra existen días, te cogeré en mis brazos y te haré el amor si es que después de la guerra tengo brazos, si es que después de la guerra existe amor…”
JOHN LENNON tenía razón en sus palabras, porque después de la guerra si algo queda todavía, es al menos para algunos la esperanza de volver a comenzar.
Hoy es una fecha especial el Día Internacional de la Paz, que fue proclamado en mil novecientos ochenta y uno, en la Asamblea General de las Naciones Unidas para que coincidiera con la apertura del período de sesiones, el tercer martes de septiembre de cada año.
Dos décadas después, la Asamblea General decidió que el veintiuno de septiembre se celebrara un “día de cesación del fuego y de no violencia en todo el mundo ” e invitó a todos los Estados miembros de las Naciones Unidas, a las organizaciones y a todas las personas a conmemorar ese día, entre otras cosas mediante la educación y la sensibilización del pueblo, y a cooperar en el establecimiento de una cesación del fuego a nivel mundial.
Pero, cómo podemos celebrar la paz, en tiempos de guerra, cuando miles de hombres, mujeres, ancianos y niños mueren en el mundo a causa de este terrible flagelo. Se suele juzgar al siglo XX como un siglo muy violento, porque tuvo lugar la Primera y Segunda Guerra mundial y, entonces cómo llamaremos a este siglo.
Estos actos bélicos han seguido proliferándose hasta el momento y produciendo más de veinticinco millones de muertos en todo el mundo. Se albergaba la esperanza que, tras las terribles experiencias pasadas, el siglo veintiuno podría llegar a ser un siglo de paz, pero por desgracia seguimos con una situación de gran violencia.
Sin dudas los dos principales problemas de la humanidad son el hambre, y las guerras. Contra el hambre hay muchos activistas, organizaciones no gubernamentales, y, movimientos para su erradicación, pero en relación con la guerra son pocos los que se preocupan por acabarlas.
De todas las masacres anteriores nos ha quedado una lección bien clara, cada vez que un país poderoso busca la hegemonía sobre los demás, provoca una guerra. Mantener un equilibrio de poder entre los fuertes también nos puede conducir hacia ellas.
Es preciso buscar una política de colaboración entre países, no de enfrentamiento ni de equilibrio de poderes, si no, dada la capacidad de las armas actuales podemos acabar con nuestro mundo. Por eso, aunque se acabe con las agresiones, si no se resuelven los problemas de fondo que la hicieron surgir, volverá a renacer de nuevo.
De estas experiencias también nació la ONU, y la necesidad de un Derecho Internacional respetado por todos y que obligue a todos por igual, ambas instituciones nacieron de los terribles desastres de las guerras en el siglo veinte y poco o casi nada han hecho para lograr la paz mundial.
Dónde está el equilibrio, y el Derecho Internacional para acabar con la guerra en Libia o cuando ha hecho falta; para que el gobierno norteamericano deje de hacer sus mal llamados actos de buena voluntad que se traducen en agresiones y actos bélicos, y pare de una buena vez de hacer lo que se le antoje y de provocar guerras en el mundo.
La abolición de la guerra como institución legal es posible. Como un día se consiguió acabar con el apartheid y con la esclavitud, también conseguiremos abolir la guerra. Y que caiga toda la presión de las sociedades sobre quien se atreva a promoverla.
De todos los enemigos de las libertades públicas, la guerra es quizás el más temible, porque contiene y desarrolla el germen de todos los demás. Se amplía asímismo el poder discrecional del ejecutivo y todos los medios de seducir a las mentes se suman a las formas de sojuzgar la fuerza del pueblo.
En este día tan importante para la humanidad soñemos con lo imposible la paz mundial, porque algún día no muy lejano, y con la fuerza de todos los pueblos unidos, nuestro sueño se hará realidad.
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