Occidente recurre a una política de doble rasero respecto a ‘Ocupa Wall Street’
El movimiento ‘Ocupa Wall Street’ toma un duro cariz: los enfrentamientos entre la Policía y los manifestantes en Denver desplazaron el foco de las demandas de justicia económica a la violación de la libertad de expresión.
De ‘Ocupa Wall Street’ a la violación de derechos humanos
Las tensiones entre los manifestantes y la Policía se intensificaron en Denver este fin de semana, mientras que los movilizados en Portland, Oregón, desafiaron a los cuerpos de seguridad marchando por uno de los barrios más ricos de la ciudad. Los oficiales, a su vez, dispersaron a la muchedumbre mediante el uso de balas de goma y gases lacrimógenos, infringiendo los principales principios de la Primera Enmienda a la Constitución de Estados Unidos, que prohíbe acciones contra la libertad de culto, de expresión, de prensa, de reunión, o de petición.
Durante este último fin de semana se ha producido cientos de arrestos en todo el país, además de las ciudades mencionadas, también hubo detenciones en Austin, Portland, Nashville y Richmond.
Política de dobles estándares
A la luz de la intensificación de la escala de enfrentamientos entre los manifestantes y la policía, el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, acusó a occidente de una política de doble rasero hacia los participantes del movimiento ‘Ocupa Wall Street’.
“Teniendo el derecho a hacernos preguntas, nuestros socios occidentales no quieren hablar de sus propios problemas. Tienen muchos problemas y éstos se multiplican. Por ejemplo, la forma en que tratan a los manifestantes del movimiento Ocupa Wall Street da una buena ilustración de que varios de nuestros colegas y socios de los países occidentales profesan dobles estándares”, dijo Lavrov.
La gente desfavorecida muestra apoyo
Las marchas de ‘Ocupa Wall Street’ han atraído la solidaridad de los más desfavorecidos. Las clases pobres de estadounidenses son las que más apoyan a los manifestantes. Así lo muestra Erik Smith, un chef calificado que está desempleado y aporta su arte culinario al movimiento, preparando comida gratuita, a pesar de que él mismo apenas puede ganarse la vida.
Smith es uno de los 13,9 millones de personas que actualmente se encuentran desempleadas en EE. UU. y uno de los pocos cocineros de cinco estrellas que ha llegado como voluntario a las protestas de ‘Ocupa Wall Street’ y se ha dedicado a alimentar gratuitamente a los activistas.
“La brecha tan grande entre ricos y pobres siempre me pareció una injusticia. Este movimiento me hace sentir que puedo marcar la diferencia y hacer un cambio”, dice. Para muchas personas en Estados Unidos la situación va de mal en peor. Uno de cada seis norteamericanos vive en el umbral de la pobreza.
Hasta hace unos pocos años la economía de EE. UU. era la envidia del mundo, con un crecimiento sólido; sin embargo, actualmente la tasa de desempleo oficial ronda el 9,1%, acentuando los temores de un estancamiento que puede llevar a una segunda recesión.
“Hice banquetes para cinco mil personas, fiestas para los últimos tres presidentes. Muchas cosas y todas ellas de alta categoría”, recuerda Smith, quien a sus 38 años de edad, no tiene a dónde ir excepto un comedor de beneficencia en Brooklyn.
Según un reporte del Comité Económico Conjunto del Congreso estadounidense, el grupo de desempleados tiene una composición desproporcionada: es mayor en personas de 55 años o más y en aquellas con apenas un título de secundaria, como los trabajadores de la construcción o de manufacturas.
Así, ejemplos como el de Eric, comienzan a ser constantes entre las filas de los indignados, lo que llama la atención, al ser los pobres los que están uniendo fuerzas para acabar con la desigualdad social.
Tomado de Actualidad RT
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