Obama pierde encanto entre votantes hispanos, pero mucho más los republicanos
Cuando falta un año para las elecciones en Estados Unidos, los hispanos se muestran desencantados con el presidente Barack Obama, pero mucho más con el discurso antiinmigrante que sostienen los precandidatos republicanos.
Cerca de 21 millones de hispanos pueden inscribirse para los coicios de 2012, lo que los convierte en la comunidad que más hstados Unidos, explica Mark López, director asociado del centro de sondeos Pew Hispanic Center.
“Pero la cuestión es si los hispanos estarán motivados para ir a votar”, añadió López en entrevista con la AFP.
Un 49% de los estadounidenses desaprueba el desempeño de Obama en la Casa Blanca, frente al 43% que lo aprueba, según el último sondeo de Gallup.
Entre los hispanos, el presidente demócrata mantiene su popularidad, pero ese índice está bajando a un ritmo sostenido: del 69% de aprobación en enero al 48% de aprobación en septiembre, según Gallup.
El desencanto está motivado por las promesas incumplidas en materia de reforma migratoria, pero aún así, el 60% de los hispanos votaría en favor de Obama frente al ex gobernador y favorito en las encuestas como candidato presidencial republicano, Mitt Romney, según un sondeo de Pew.
La lucha contra la inmigración ilegal es un tema recurrente en los debates de los republicanos. El público asistente exige respuestas, y todos los candidatos sin excepción han realizado duras declaraciones al respecto.
El ex ejecutivo Herman Cain propuso en tono de broma electrificar la valla que separa Estados Unidos de México a lo largo de centenares de kilómetros, aunque luego se desdijo de ello.
“Creo que hay un verdadero problema con los ‘niños ancla'”, acusó por su parte la congresista y candidata Michelle Bachmann en el debate televisado del 18 de octubre, en referencia a los hijos de indocumentados que nacen en Estados Unidos.
Romney es partidario de prolongar la valla fronteriza y de aumentar la persecución de los 11 millones de indocumentados dentro del país.
Tan sólo el gobernador de Texas, Rick Perry, defendió su política de conceder ayudas a los estudiantes indocumentados en su estado, pero también es favorable a poner más tropas en la frontera.
Los analistas recalcan que el electorado hispano está mayoritariamente preocupado por la situación económica.
Más del 11% de la población activa hispana no tiene empleo, dos puntos más que la media nacional desde hace casi tres años.
Pero más de dos tercios de los votantes hispanos consideraron el tema migratorio como clave a la hora de votar en las legislativas de hace un año, recuerda Mark López.
“Los números reflejan ese disgusto (de los hispanos), la gran pregunta es si se va a traducir en no votar”, coincide el analista hispano Arnoldo Torres.
En ese debate televisado del 18 de octubre, un hispano les preguntó a los candidatos republicanos cuál era su mensaje específico para la comunidad.
Los hispanos “quieren virtualmente lo que todo el mundo quiere: crecimiento económico”, replicó el precandidato Newt Gringrich, un argumento repetido por otros rivales.
Pero esos mismos candidatos rechazaron recientemente celebrar en enero un debate en la principal cadena televisiva hispana, Univisión.
“Ahora mismo lo que estamos viendo es una situación en la que el Partido Republicano hace lo que siempre hace: van tanto a la derecha que nunca pueden regresar al centro”, advierte Torres.
(Con información de AFP)