El comando que mató a Bin Laden desmiente versión oficial
Transcurrido medio año desde la muerte de Osama Bin Laden, los comandos que abatieron al líder de Al-Qaeda han desmitificado la versión ‘oficial’ de la operación.
Las memorias de varios combatientes del sexto destacamento de Navy SEALs, recogidas en un libro de Chuck Pfarrer, su ex comandante, titulado ‘SEAL Target Geronimo’ (Geronimo- objetivo de comandos), quitan el velo a algunos de los mitos que rodearon esta misión.
Mientras los comandos acechaban a Bin Laden el presidente Obama jugaba al golf
La foto de Barack Obama en la que aparece rodeado por la cúpula militar y política observando con rostro preocupado el desarrollo de la operación ante una pantalla dio la vuelta al mundo. Sin embargo, Chuck Pfarrer asegura en su libro que el mandatario en realidad no mostró tanto interés en la operación, ya que tan sólo 20 minutos antes de su desenlace… Obama estaba jugando al golf y que sólo unos minutos antes se incorporó al grupo de ‘espectadores’.
Según Pfarrer, el Comandante en Jefe se distanció hasta el último momento de lo que ocurría en Pakistán aquel 2 de mayo, para que “si la operación fallaba completamente”, él pudiera “quitarse responsabilidad”.
A propósito, el libro también desmiente el hecho de que, en el momento de dar muerte al líder terrorista, uno de los comandos pronunciara la famosa frase “¡Por Dios y por la Patria!”.
12 disparos en vez de un intenso tiroteo
Asimismo, los comandos aseguran que Bin Laden fue abatido durante los primeros 90 segundos desde que su destacamento penetró en la mansión del líder terrorista y que, en total, gastaron tan sólo 12 cartuchos para llevar a cabo el operativo.
La operación no fue una “misión para matar”
Especial enfado causó a los combatientes y a su ex jefe la afirmación de que el comando fue enviado a Pakistán en una misión especial para matar a Bin Laden.
Los comandos aseguran que habrían hecho a Bin Laden prisionero si él se hubiera rendido. Según Pfarrer, “si se hubiera tratado de una misión para matar no se habría necesitado un destacamento SEAL, sino una caja de granadas de mano”.
Un Bin Laden muerto, más conveniente que un Bin Laden capturado
Mientras tanto, el analista de política internacional Adrian Salbuchi considera que EE. UU. no estaba interesado en mantener a Osama Bin Laden vivo, ya que, en caso contrario, el líder de Al Qaeda habría podido hacer declaraciones sobre el verdadero papel de los servicios secretos estadounidenses en los atentados del 11 de septiembre del 2001.
El analista, que pone en tela de juicio la autoría de los atentados del 11-S, atribuidos a Al Qaeda, asegura que “Osama Bin Laden se habría transformado en alguien muy incómodo de haber sido capturado”. Según Adrian Salbuchi, la versión oficial sobre la autoría del 11-S se habría derrumbado “si hubieran detenido a Osama Bin Laden, como hubiera sido lo lógico, y si él hubiera hecho declaraciones que habría tenido que hacer”.
(Con información de Actualidad RT)
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