Latinos decepcionados con Obama por el tema migratorio
Tras casi tres años de gobierno, el presidente Barack Obama decepcionó a los latinos que apoyaron su elección en Estados Unidos.
Asuntos como la guerra, la reforma del sistema sanitario y la crisis financiera fueron priorizados en la agenda de la Casa Blanca sobre la promesa del mandatario de impulsar una reforma integral de las leyes migratorias, lo que puso en riesgo un apoyo fundamental para ganar un segundo período en los comicios de 2012.
En declaraciones a la cadena Telesur, el representante demócrata Luis Gutiérrez abordó el asunto y planteó que el discurso del mandatario sobre el tema “es contradictorio”.
El legislador analizó aspectos medulares de esta posición, que entre otros aspectos no eliminó “el terror de agentes de inmigración” a causa de lo cual ahora existe un millón de deportaciones, cifra sin precedentes, desde el ascenso de Obama.
En su opinión, en el país los inmigrantes tienen menos oportunidades de prosperar, sobre todo en estados como Arizona o Alabama, donde la ley antiinmigración “es 10 veces peor”.
Según Sergio Juárez, un trabajador latino de la empresa Carson Barns, en Carolina del Sur, “acá no nos quieren pero nos necesitan, y viven diciendo que los latinos le quitamos trabajo a los americanos”, uno de los aspectos esgrimidos por sectores conservadores para criminalizar el trabajo indocumentado.
Gutiérrez dijo que los demócratas perdieron “una gran oportunidad durante los primeros dos años de esta administración”.
Al respecto declaró a la televisora venezolana que tuvieron “una mayoría de 59, una vez 60 luego 59 senadores, habíamos casi 250 demócratas, una mayoría bastante abrumadora y no fue sino hasta los últimos días que iniciamos algún proceso de reformar el sistema de inmigración desde el punto de vista legislativo”.
El legislador, uno de los impulsores de proyectos como Dream Act para legalizar a cerca de medio millón de jóvenes estudiantes hijos de inmigrantes, subrayó que “perdimos la oportunidad”.
Ahora, acentuó, es tiempo de “proteger lo que tenemos y utilizar a través de distintos métodos que tiene el Presidente y la parte ejecutiva del Gobierno, de proteger y no deportar inmigrantes, quienes no han cometido ninguna falla en
términos de las leyes de este país”.
“Enfoquémonos en aquellos inmigrantes extranjeros que vienen aquí a hacer daño, traficar drogas, robar… Sabemos distinguir entre ellos y los que están criando sus familias”, puntualizó.
“Hay cuatro millones de niños, ciudadanos de Estados Unidos, que tienen uno o dos padres indocumentados y el enfoque del Gobierno es deportación, deportación, deportación”, aseguró.
El 18 de octubre, activistas por los derechos de los latinos se reunieron en 10 ciudades del país, entre ellas Atlanta, Nueva York, Houston, Boston, Miami y San Francisco, para exponer sus preocupaciones sobre la política migratoria de Obama.
Una de sus demandas principales fue la eliminación del Programa Comunidades Seguras, cuyo objetivo es deportar a inmigrantes indocumentados que hayan cometido delitos, pero que ha llevado a arrestos masivos de extranjeros sin antecedentes penales.
Durante el gobierno de Obama se incrementaron los programas federales que incentivan perfiles raciales, como el programa de comunidades seguras, agregó el parlamentario demócrata.
¿Es esto acaso una contradicción del discurso del presidente de proteger a los latinos, pedir su voto ante las elecciones que vienen, los trata de convencer, pero lleva deportaciones, un número tan alto nunca antes visto?
Yo creo, aseguró, que es una contradicción que el Presidente va a tener que explicar en las próximas elecciones.
Opinó que la gente pensaba que la Ley SB 1070 era mala, la anti-inmigrante en Arizona, pero la de Alabama es 10 veces peor, allí los xenofóbicos, los que nos odian han perfeccionado el mal.
La gente está huyendo, dejando atrás sus casas, sus carros, sacando a sus hijos de las escuelas, no yendo a citas médicas, señaló.
En Alabama, es un delito grave que una madre lleve sus dos hijos a la biblioteca para sacar una tarjeta y leer libros. Es delito grave si ella está indocumentada llevar a sus hijos ciudadanos de Estados Unidos. Están parando a la gente, denunció.
Muchos de los aspectos tratados por Gutiérrez en su entrevista con Telesur fueron abordados por el filme documental “Lost in Detention”, transmitido el 18 de octubre por el canal de televisión pública PBS, como muestra de la situación de los deportados.
Según el reportaje, las leyes de inmigración, y en particular Comunidades Seguras, llevaron a la separación de familias, la detención en condiciones inhumanas, el abuso sexual y psicológico y el racismo.
Se estima que en Estados Unidos viven casi 11 millones de inmigrantes no autorizados, según el Departamento de Seguridad Nacional.
En el último año fiscal fueron expulsados la mayor cantidad en la historia, con cifras cercanas a las 400 mil personas, según el director de la Agencia Migratoria, John Morton.
Tal vez en un intento de frenar su caída entre los votantes hispanos, Obama decidió suspender las deportaciones de miles de indocumentados para marcar lo que algunos consideran el cambio más significativo en política migratoria desde la amnistía de 1986, cuando la administración Reagan la otorgó a tres millones de personas.
Analistas de las campañas electorales consideran que nadie puede ser elegido o reelegido presidente sin el voto masivo latino, lo cual debe preocupar a la Casa Blanca y a los demócratas, con prerrogativas legales para atenuar el malestar causado entre los hispanos.
(Con información de Prensa Latina)
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