El terrorista noruego Anders Behring Breivik, autor confeso de los atentados del 22 de julio a las sedes del gobierno y de la masacre en Utoya, desconoció hoy su culpabilidad, pese a reconocer los hechos.

Durante su primera comparecencia pública, Breivik negó ser culpable ante el tribunal que lo procesa por la matanza indiscriminada de 69 personas en el campamento juvenil del Partido Laborista Noruego, y por la muerte de otras ocho víctimas, tras la explosión de una bomba en el complejo gubernamental de Oslo, horas antes.

El extremista antiislámico afirmó ser “un comandante militar del movimiento de resistencia noruego y de los Caballeros Templarios de Noruega”, de reconocida retórica xenófoba y ultranacionalista.

Respecto a la competencia de esta corte, me opongo a ella porque ustedes recibieron su mandato de organizaciones que apoyan y respaldan la ideología del multiculturalismo, expresó el terrorista, en franco desafío a las decisiones de la Audiencia.

“Reconozco los hechos pero no me declaro culpable”, sentenció Breivik con sangre fría, aunque intentó dirigirse a los familiares de las víctimas, maniobra que impidió el juez encargado del caso.

El tribunal le interrumpió también varias veces cuando intentó justificar sus actos y elaborar un discurso político, basado en su permanencia en la cárcel bajo régimen de aislamiento, situación que calificó de “inaceptable”, informó el diario Aftenposten.

Aunque Breivik reconoció realizar la masacre en solitario, no se descarta la participación de cómplices en el suceso, sugirió el magistrado de la Corte de Oslo, Torkjell Nesheim, ya que el terrorista ocultó información sobre sus contactos con otras personas, acotó.

Asimismo, el juzgado de la capital noruega decidió este lunes prolongar 12 semanas más la prisión preventiva del ultraderechista xenófobo.

El juicio comenzará el 16 de abril de 2012 y durará alrededor de 10 semanas, según estimó en rueda de prensa el prelado Geir Engebetsen.

(Con información de Prensa Latina)