Esta capital se engalana, como sólo las bellas criollas saben hacerlo, para festejar el nacimiento de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), los días 2 y 3 de diciembre.

Mientras se acerca la apertura de la Cumbre, que reunirá a jefes de Estado y sus representantes de las 33 naciones del área, los caraqueños viven jornadas de alegría y de intenso trabajo en los preparativos de la cita, que transcurrirá en el fuerte militar Tiuna.

Cualquier transeúnte foráneo nota que los caraqueños resplandecen de orgullo porque su ciudad es sede del histórico acontecimiento, bajo la advocación del Libertador de América, Simón Bolívar.

Las palabras unidad, integración, soberanía, convivencia pacífica, justicia social, equidad y desarrollo, resuenan por doquier, en la boca de muchos y se usan para resumir lo que la Celac significa para los hijos de la capital venezolana.

La abogada Janet Hidalgo, graduada en la Universidad Bolivariana, opina que la cita regional será clave para la integración, hecha desde la visión muy propia de los habitantes del área y sin el tutelaje de potencias como Estados Unidos.

Los jóvenes estudiantes Imael Villalba y Dorlys Cepeda piensan que este tipo de reunión ayudará a impulsar programas muy necesarios para combatir la pobreza y disminuir la desigualdad y por el mejoramiento de la calidad de la educación en todo el continente.

El empleado público Ramón Cubillas igualmente cree que el trabajo inclusivo de la nueva organización beneficiará al los pueblos de cada región, lo que casi nunca sucedía cuando los pueblos no se unían.

La ama de casa Cristina Dorta está muy esperanzada porque estima que los resultados de la reunión van a ayudar a la continuidad de los avances sociales registrados por su país, Venezuela, y así sucederá en otras naciones.

La alegría y hospitalidad resultan contagiosas en los más disímiles lugares: calles, plazas y parroquias por donde caminan el hombre y la mujer común y sus hijos y sobre todo, los más jóvenes.

Una amplia programación de espectáculos de teatro, danza, conciertos, exposiciones, arte circense, ferias de gastronomía, muestras de cine y ventas de libros, forman parte de una seductora oferta cultural, a la que los habitantes de la urbe no se resisten y en las que participan de forma masiva.

Mucha repercusión y popularidad tiene la llamada Estación Gastronómica Latinoamericana y del Caribe, en la céntrica Plaza Andrés Eloy Blanco, donde se degustan los platos nacionales de 15 países del área.

La sala de lectura Manuelita Sáenz, en la umbrosa plaza Plaza Bolívar, iniciará el primero y hasta el 4 de diciembre, un ciclo de narraciones de relatos y recitales de poesía.

La cercanía de los festejos de fin de año redobla el jolgorio de los capitalinos, que suman las fiestas tradicionales de la época, con naturalidad y desenfado, a las celebraciones por la cumbre latinoamericana y caribeña.

Se espera que sea muy sonado el concierto de parrandas, gaitas y pasacalles que el gobierno del Distrito Capital, en conjunto con la Alcaldía de Caracas organizó para este 2 de diciembre, día en que también habrá ferias de artesanía, gastronomía y diseño.

Igualmente, la expectación reina a la espera de la actuación de la Orquesta Sinfónica Juvenil de Venezuela Simón Bolívar y de las agrupaciones Calle 13, de Puerto Rico, Aterciopelados, Colombia y Buena Fe, de Cuba, el sábado 3 en base aérea Francisco de Miranda..

El séptimo arte se vestirá de largo con la presentación en la plaza Venezuela y en la Cinemateca Nacional, y en el Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos (Celarg) de largometrajes de Brasil, Cuba Uruguay, Haití,l, Bolivia, Belice, Colombia, Jamaica, Argentina, Panamá, Chile, Bahamas, México, Trinidad y Tobago, Paraguay, y Costa Rica, entre otros.

(Con información de Prensa Latina)