El doctor José Luís Di Fabio, representante en Cuba de las Organizaciones Panamericana y Mundial de la Salud, significó hoy la capacidad de la Isla en el desarrollo de productos biotecnológicos, con gran impacto en el mejoramiento humano.

El ejemplo cubano es único porque a pesar de las limitaciones logra completar todo el ciclo de pensar, investigar, desarrollar, producir, hacer los ensayos clínicos y obtener productos de relevancia, dijo Di Fabio a la prensa tras la inauguración del V Taller Internacional de Diseños y Conducción de Ensayos Clínicos, en la capital.

Si comparamos la realidad en Latinoamérica, probablemente solo Brasil tenga esa competencia; los otros países tienen algún tipo de desarrollo, pero no cuentan con todas las posibilidades internas para poder completar ese proceso y autoabastecerse del progreso tecnológico, acotó.

La integración de América Latina con la nación antillana es fundamental, manifestó Di Fabio, y destacó los avances en acuerdos comerciales con Brasil y China, en los que la tecnología cubana es transferida, no solo en la capacidad de producción, sino también los ensayos clínicos, aseveró.

Asimismo, elogió las pruebas clínicas que se realizan en la atención primaria de salud, a una gran mayoría de pacientes y con notables resultados.

La cita reúne hasta el viernes, en el Palacio de Convenciones de La Habana, a representantes de una decena de países, incluido Cuba, y es auspiciada por el Centro Nacional Coordinador de Ensayos Clínicos (CENCEC), que este mes celebra sus dos décadas de fundado.

Esa especialidad resulta de suma trascendencia porque contribuye al registro, comercialización e incorporación de nuevos productos, destinados a la atención de los pacientes, al tiempo que participa en el desarrollo e introducción de una mejor práctica médica.

(Con información de la AIN)