Mariano Rajoy ha ocupado una hora y media para elaborar su discurso de investidura. Noventa minutos llenos de palabras y pocas medidas. Pero también silencios. Ni una sola referencia ha hecho el futuro presidente del Gobierno al proceso de paz en Euskadi ni al fin de ETA, pese a que su discurso se ha iniciado con una mención a las víctimas del terrorismo con un “siempre estaremos con ellos”.

Rajoy ha sorprendido al PNV con su ausencia de menciones (“ni siquiera una referencia formal”, ha criticado Erkoreka) al anuncio del cese de la actividad armada anunciado por ETA el pasado 20 de octubre.

De la boca del líder del PP tampoco ha salido ni una palabra en referencia a la investigación y el desarrollo (I+D), ni a la ciencia. Tampoco hay menciones a la dependencia, algo que ha criticado ICV; ni a las infraestructuras, lo que ha molestado al BNG.

El conservador sí se ha referido a las Comunidades Autónomas, pero para hablar de la austeridad y poco más. Desde los grupos nacionalistas, especialmente CiU y ERC, se ha criticado que el presidente del PP no haya hecho mención a Catalunya en su discurso de investidura.

El futuro jefe del Ejecutivo ha hablado de que no habrá “españoles buenos y españoles malos” sino que son “todos dignos de respeto”. Sin embargo, para Rajoy no se ha referido en ningún momento a la diversidad. Y, como ya ocurría en el programa del PP, la palabra homosexual no estaba escrita en sus papeles.

Tomado de El Público.es