¿Manning “un chivo expiatorio” para que no salga a la luz la verdad sobre las guerras de Afganistán y de Irak”?
Cuando William Hennessy, dibujante de tribunales, vio por primera vez al soldado Bradley Manning en la vista previa a la Corte Marcial que está teniendo lugar desde el pasado viernes en el Fuerte Meade (Maryland) le sorprendió “lo bajito que es y lo joven que parece“. Hennessy, que lleva 30 años dibujando bocetos de juicios civiles y militares, cree que Manning es un chico “listo y capaz” y que es “muy consciente de la situación en la que se encuentra”.
Manning “se encogió sobre sí mismo” cuando explicaron el primer día de la vista que si se le encuentra culpable de los cargos que se le imputan podría ser condenado a muerte o a cadena perpetua, explica este dibujante especializado en tribunales, que ha cubierto, entre otros casos, el impeachment al presidente Bill Clinton y juicios en Guantánamo.
Los expertos creen que si es declarado culpable no será condenado a muerte
Los expertos, sin embargo, aseguran que la Fiscalía no solicitará la pena capital y recuerdan que desde finales de los años sesenta no se ha ejecutado a ningún militar en EEUU.
El soldado Manning, que cumplió 24 años el sábado, va vestido con uniforme militar, lleva el pelo corto y gafas de pasta. Coge apuntes todo el rato y, de vez en cuando, consulta con su abogado. Parece más joven de lo que es y tiene cara de no haber roto un plato en su vida.
Sin embargo, el Gobierno de EEUU le acusa de “ayudar al enemigo” tras supuestamente sustraer documentos secretos de sus redes informáticas y de filtrarlos a Wikileaks.
Este analista de inteligencia fue detenido en mayo de 2010 tras ser acusado de haber entregado a Wikileaks 260.000 cables diplomáticos y más de 90.000 informes de inteligencia sobre las guerras de Afganistán y de Irak. También le acusan de filtrar un vídeo en el que se puede ver un helicóptero militar estadounidense matando a un grupo de civiles en Irak. Wikileaks lo publicó con el título de “Asesinato colateral“.
El juicio contra Manning no ha comenzado todavía oficialmente. Se trata de una audiencia previa, durante la cual se determinará si hay pruebas suficientes contra él para llevar el caso ante una Corte marcial. La audiencia, que tiene lugar en una base militar a 35 kilómetros de Washington, está abierta a la prensa y al público.
La distribución de la sala es muy parecida a la de un juicio civil con las mesas de la defensa y la Fiscalía, el banquillo de los testigos y el sillón que ocupa el oficial de la responsable de la investigación. Los testigos testifican durante el proceso, ya sea directamente en la sala o por teléfono.
Entre el público presente en la sala hay muchos activistas de izquierdas que quieren demostrar con su presencia su apoyo a Manning. Ente ellos se encontraba este domingo Patricia Molloy, que ha viajado desde Toronto para participar en la manifestación de apoyo a Manning que tuvo lugar el sábado a las puertas del Fuerte Meade.
Esta profesora universitaria y activista considera a Manning “un héroe, si hay hecho lo que dicen que ha hecho. Simplemente dio al público información sobre víctimas civiles y crímenes de guerra. La gente tenía que saberlo“, añadió Molloy, que cree que la Fiscalía tendrá dificultades a la hora de demostrar durante el juicio que Manning filtró los documentos y el vídeo a Wikileaks porque cualquiera podía haber utilizado su ordenador.
Molloy cree que Manning es simplemente “un chivo expiatorio” porque “el Gobierno estadounidense no quiere que salga a la luz la verdad sobre las guerras de Afganistán y de Irak“.
(Con información de El Público.es)
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