Miembros del grupo de indignados de Estados Unidos llamaron hoy a realizar el próximo 20 de enero una jornada de ocupación de cortes judiciales en protesta contra el poder corporativo.

A través de su portal web, los integrantes del Movimiento Ocupemos Wall Street (OWS) instaron a obreros, estudiantes, desocupados y miembros de las comunidades a participar en las tomas de tribunales previstas por todo el país.

La idea es realizar de manera simultánea al menos 80 reuniones en instituciones federales de toda la nación norteña, incluida la sede de la Corte Suprema de Justicia, en esta capital.

Será un día de acción, previo al segundo aniversario de la infame decisión que permitió a las corporaciones operar con sumas de dinero no reguladas para influir en las elecciones, señalaron en un comunicado.

Una de las principales actividades se llevará a cabo en San Francisco (California), donde existe un centro de concentración de poder y riquezas denominado Wall Street Oeste.

El llamado es a interrumpir las clases y la jornada laboral para obstaculizar, de manera pacífica, la rutina de esas instituciones.

Los manifestantes expondrán los daños ocasionados por las corporaciones al 99 por ciento de la población, afectado por la crisis económica nacional.

A su juicio, la codicia de unos pocos, concentrados en el uno por ciento de los habitantes de Estados Unidos, perjudica la educación, la salud, el modo de vida y el bienestar de la amplia mayoría.

“Vamos a empujar contra el poder corporativo, derrocar la dominación del 1 por ciento y su fundamento jurídico de la personalidad corporativa. ÂíVamos a construir un mundo mejor!”, insistieron.

Desde su creación en septiembre de 2011 en Nueva York, OWS ganó en organización y cuenta con grupos en la mayoría de las ciudades estadounidenses, desde donde exigen al presidente Barack Obama eliminar el desempleo, las deportaciones, la crisis hipotecaria y aplicar medidas en beneficio de la clase obrera.

Profesionales, intelectuales, veteranos, latinos, afroestadounidenses, desocupados, amas de casa, estudiantes y trabajadores forman parte del movimiento, que insiste en ser escuchado.

Sus demandas divulgadas mediante medios pacíficos como marchas, protestas, tomas de oficinas y edificios federales, eventos culturales, cuentan con el respaldo de reconocidas figuras religiosas, activistas sociales y personalidades del mundo del arte.

Varios de sus plantones han sido reprimidos por los agentes policíacos mediante del uso de la fuerza y de mecanismos como el gas pimienta, permitido solo para disipar concentraciones violentas, al tiempo que numerosos campamentos instalados por los indignados en plazas públicas fueron desalojados.

No obstante, se mantienen firme en su determinación de no bajar las voces hasta que las autoridades actúen a favor de los desposeídos y aumenten los impuestos de los más acaudalados.

(Con información de Prensa Latina)