La crisis de la deuda europea centra la visita de Sarkozy a Madrid
Los dirigentes francés Nicolas Sarkozy y español Mariano Rajoy intentaron minimizar el lunes el impacto de la degradación de la nota de sus países por la agencia Standard & Poor’s llamando a reducir los déficits y a relanzar el crecimiento en plena crisis de la deuda europea.
“Estamos ante una crisis sin precedentes que nos impone reducir nuestros gastos, reducir nuestro déficit pero también encontrar el camino de un nuevo crecimiento resolviendo nuestros problemas de competitividad”, declaró el presidente francés ante los periodistas.
En este periodo difícil, “Francia quiere continuar trabajando con España”, afirmó.
Por su parte, Rajoy aportó el respaldo de su país “a la tasa sobre las transacciones financieras” que calificó de “caballo de batalla de Sarkozy”.
El presidente francés fue el primer líder extranjero recibido en España por Rajoy desde que fue investido a finales de diciembre.
El contexto financiero del encuentro no podía ser peor. La nota de la deuda soberana de ambos países fue degradada el viernes por la agencia de calificación Standard and Poor’s: Francia en un escalón, perdiendo su AAA (máxima calificación), y España en dos, para terminar en A (sexta de una escala de 20).
España, uno de los países más vulnerables de la zona euro, con un desempleo récord de 21,52%, está amenazada por una nueva recesión. Francia, por su parte, tiene un desempleo de 9,3%, el más elevado en 12 años, y un crecimiento apático.
Sin embargo, el presidente Sarkozy se mostró combativo, a dos semanas de la próxima cumbre europea de Bruselas.
“España y Francia tienen mucho por hacer para que Europa salga de las crisis a repetición que vive desde hace tres años”, afirmó.
Ambos dirigentes intentaron minimizar el impacto de esta decisión de la agencia de calificacion estadounidense.
“En el fondo, no cambia nada”, consideró Sarkozy.
“Debemos reducir los déficits, reducir los gastos, mejorar la competitividad de nuestras economías para retomar el crecimiento”, insistió, llamando a “no ponerse nerviosos” y a “reaccionar a estas decisiones con sangre fría”.
“En Francia, y supongo que en España también, no son la agencias de calificación las que deben definir la política económica de nuestros países respectivos”, afirmó.
“No tengo la intención de tener en cuenta lo que dicen unos y lo que dicen otros”, afirmó, considerando sin embargo a las agencias de calificación como “elementos interesantes”.
“Al final, lo más decisivo es que cada uno de los países marque su propio camino”, afirmó por su parte Rajoy.
El nuevo presidente del gobierno español, que fue investido el 21 de diciembre tras siete años de gobierno socialista, quiere elaborar alianzas con los principales dirigentes conservadores europeos en un momento en que la crisis de la deuda hace estragos en la zona euro.
Con Sarkozy “hemos hablado de la necesidad de que España esté más en la Unión Europea”, afirmó. “España va a participar, a estar en la Unión Europea en el lugar que le corresponde por su producto interior bruto”.
Francia “apoya con todas sus fuerzas el mantenimiento de un puesto para España” en el Consejo Ejecutivo del Banco Central Europeo (BCE), donde el mandato del representante español llega a su fin en mayo, afirmó Sarkozy.
Unas horas antes, Sarkozy había sido condecorado con la insignia del Toisón de Oro, una de las distinciones más antiguas del mundo, del siglo XV, por el rey Juan Carlos I.
Ambos aprovecharon para elogiar la colaboración entre París y Madrid en la lucha contra “el terrorismo de ETA”, la organización armada independentista vasca responsable de la muerte de 829 personas, principalmente en España, pero también en Francia.
(Con información de AFP)
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