El cierre de Megaupload deja sin argumentos a los que quieren aprobar SOPA
El cierre de Megaupload esconde muchas incógnitas que el tiempo nos irá desvelando. Quizá hoy más que nunca la pregunta sobre la necesidad de redactar leyes como SOPA o PIPA dejen de tener sentido. ¿Para qué una ley si ya podían “aplicarla” sin ella? ¿Para qué reforzar la incautación de plataformas en cualquier parte del mundo si ya lo podían hacer?
Si nos fijamos en el argumento básico y primordial de quienes defienden la aplicación de estas leyes, esta basado en la lucha contra la piratería cueste lo cueste, en la incautación de webs o plataformas que crean infractoras más allá de la jurisdicción estadounidense y en promover ese barrido en cualquier mapa del mundo en el que se encuentren, acelerando el proceso de manera drástica y atentando contra la gran mayoría de libertades existentes en Internet.
Un nombre llevaba más de un año en la cima de ese “eje del mal” señalado por la industria. Megaupload estaba marcado como el principal infractor, como ellos mismos lo llamaban, “rogue site traffic”, una de las “claves” por erradicar la mal llamada piratería que se citaba una y otra vez en el debate.
Tras la noticia de hace unas horas todo cambia. ¿Para qué SOPA? ¿Para qué PIPA? Seguramente hayan conseguido todas las pruebas incriminatorias posibles para que tanto la plataforma como sus jefes puedan ser incautados una y arrestados otros, pero el fondo ha quedado más que claro.
Poco importa que se hayan cerrado las herramientas volviendo a demostrar la ignorancia, también importa muy poco que los cyberlockers sean legales tanto en los Estados Unidos como en Europa y mucho menos que se haya cerrado sin juicio previo.
Casualidad o no se produce un día después del blackout y aunque podamos pensar que se trata de una llamada para navegantes, resulta todavía más extraño aún que se produzca en un momento en el que la propia plataforma había anunciado un cambio de rumbo. La llegada como nuevo CEO de Swizz Beatz (confirmado hace unos días), famoso productor musical y marido de Alicia Keys, había dado un vuelco en la estrategia de Megaupload. Incluso estaban dispuestos a acudir a los tribunales en demandas pendientes como el caso contra Universal y su barrido de Megasong en YouTube.
El día del famoso tema (luego tumbado por Universal) fue la primera “obra” de Beatz por cambiarle la cara a Megaupload. Una canción donde muchas de las grandes estrellas apoyaban el servicio contra la propia MPAA. Ese día fue el elegido por Dotcom para explicar los planes de la plataforma hacia un servicio legítimo con retribuciones a los artistas y el feedback necesario para los usuarios. Movimiento brillante desde el punto de vista viral y empresarial, ya que aparecía con la firma y el apoyo de muchas de las estrellas del país.
El anuncio del cierre de Megaupload deja más a las claras que nunca el poco sentido común de todos estos años en la industria. Si los datos son ciertos, más que la dudosa legalidad del enriquecimiento de Dotcom y el resto de socios, deberíamos hablar de la terrible ignorancia de la propia industria. ¿Cómo no se han podido dar cuenta de donde estaba el “negocio”?
Peor aún es que piensen que tras el cierra se acaba, porque tras la incautación de una saldrán veinte “megauploads”. No sólo eso, la operación puede significar un espaldarazo sin parangón en las P2P, ese servicio que muchos usuarios aún desconocen por la facilidad de acceso y descarga de los cyberlockers.
Ya no tienen argumentos para defender estas regulaciones. PIPA y SOPA no hacían ninguna falta pero desde hace unas horas quienes defendemos que estas regulaciones son un grave atentado tenemos la certeza de que daban igual si se aprobaban o no.
Tomado de Alt1040
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