Rusia aboga por un mayor número de observadores internacionales en Siria y no su reducción o revocación. Así el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, comentó la reciente decisión de la Liga Árabe al respecto en una rueda de prensa en Brunéi, donde se encuentra en visita oficial.

A juicio del ministro, el anuncio de que los observadores árabes ‘se repliegan’, al tiempo que su misión se prolonga en un mes, “genera preguntas”. Además, el jefe de la diplomacia rusa manifestó su interés en conocer el informe preparado por los observadores para la ONU antes de considerar un nuevo proyecto de resolución del Consejo de Seguridad.

“Por supuesto escucharemos las proposiciones, pero quisiéramos ver el propio informe”, dijo Lavrov. Recordó que el proyecto ruso de resolución, apoyado por los países del BRICS, sigue en la agenda de las conversaciones. El ministro afirmó que aquel proyecto reflejaba íntegramente las iniciativas que los propios países árabes habían promovido en noviembre pasado.

En busca de dialogo

Anteriormente Rusia mostró su decepción por el texto de resolución presentado por Marruecos, que reunía los intereses de varios gobiernos europeos y las monarquías de Oriente Medio. El proyecto exhortaba a la dimisión inmediata del presidente Bashar al Assad como un punto clave del tránsito político. Lavrov adelantó que no aprovechar la posibilidad de diálogo con Assad y socavar la oportunidad para calmar la situación es “absolutamente imperdonable”.

La decisión de la Liga Árabe de suspender el trabajo de sus observadores en Siria frente a la creciente violencia en el país fue hecha pública la víspera en un en un comunicado del secretario general del organismo, Nabil al Arabi. Anteriormente Arabia Saudí declaró que sus delegados volverían a casa por las mismas razones.

Más allá de las negociaciones políticas, al menos 16 militares sirios han caído víctimas de los enfrentamientos con la oposición armada en los alrededores de Damasco este domingo. Por su parte, un bombardeo en la localidad de Rankus (cerca de Damasco) ha dejado 30 víctimas mortales entre opositores armados y civiles. El viernes pasado la oposición reportó unas 60 muertes por la acción del Ejército en la ciudad de Homs y sus suburbios.

(Con información de Patria Grande)