El presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, anunció este lunes un paquete de medidas para combatir la crisis donde se contempla el polémico aumento de gravámenes, así como varias concesiones al sector empresarial.

Sarkozy aseguró que la elevación en 1,6 por ciento del Impuesto al Valor Agregado (TVA por sus siglas en francés) significará un ingreso de 13 mil millones de euros anuales para financiar los costos de la seguridad social.

Según el presidente, estos fondos permitirán reducir total o parcialmente los aportes de las empresas a este sistema, que garantiza a la población los servicios de salud, educación y subsidios para vivienda, entre otros.

El Partido Comunista Francés consideró que esta medida no es más que un regalo para el sector empresarial, cuyo precio lo pagará la población con una disminución de su poder de compra.

Otra decisión anunciada por el presidente será permitir a cada empresa negociar con sus empleados la duración de la jornada laboral, así como el monto de los salarios.

“Si una mayoría de trabajadores se pone de acuerdo con los patronos para decidir entre ellos la duración del horario, para decidir entre el empleo o el salario, lo podrán hacer”, aseguró el mandatario.

Sin embargo, varias agrupaciones sindicales han rechazado este procedimiento porque quita la protección estatal contenida en el Código de Trabajo a los obreros y los deja en desventaja frente a los empleadores.

En tanto, Sarkozy ratificó su decisión de aplicar a partir de agosto una tasa a las transacciones financieras, aunque sus socios de la Unión Europea se abstengan de tomar una medida semejante.

Anunció, asimismo, la creación de un banco público con un capital de mil millones de euros para otorgar préstamos en condiciones ventajosas al sector empresarial.

Cuando faltan menos de 90 días para las elecciones presidenciales, el mandatario se negó a anunciar abiertamente si presentará su candidatura para la reelección al frente de la Unión por un Movimiento Popular.

Numerosos especialistas consideraron la intervención de Sarkozy como un acto de campaña para tratar de acortar la diferencia con el aspirante del Partido Socialista, François Hollande, quien marcha a la cabeza en las encuestas.

(Con información de Prensa Latina)