Este día, el fundador de Wikileaks, Julian Assange, comparece ante el Tribunal Supremo de Londres para desahogar la apelación a su extradición a Suecia, donde lo requieren por delitos sexuales.

Durante dos días la justicia británica escuchará los argumentos de Assange para evitar su extradición al país escandinavo, donde dos mujeres lo acusan de haber abusado de ellas.

El caso ha sido declarado “de gran importancia pública” y ahora el destino del fundador de Wikileaks, después de pasar 421 días en arresto domiciliario, está en manos de siete magistrados. El número de jueces refleja la relevancia del caso, no obstante que no será dictaminado hasta dentro de unas semanas.

Si la máxima instancia judicial británica aprueba su extradición, Assange no tendría más tribunales para apelar en el Reino Unido. No obstante, podría recurrir a la Corte Europea de Derechos Humanos.

Un extraordinario melodrama

Detras de este caso hay un mar de controversias. Muchos analistas dudan que Assange este en el ‘ojo del huracán’ sueco por haber supuestamente acosado a dos mujeres.

En el 2010, la publicación de decenas de miles de documentos secretos a través de Wikileaks fue considerada un acto subversivo por gobiernos de todo el mundo. Los seguidores de Assange insisten en que precisamente este hecho es la verdadera razón que motiva a los fiscales suecos.

“Assange es un personaje central en este evento histórico y de repente brota el escándalo de sus abusos sexuales en Suecia y sus peligrosas consecuencias legales. Estas dos historias están entrelazadas, como en un melodrama extraordinario”, dijo a RT el sociólogo Brian Palmer.

“Su trabajo como periodista ha significado la mayor revelación informativa en la historia estadounidense. Los miles de documentos y vídeos filtrados sobre los asesinatos en Irak y Afganistán han ayudado a millones de personas a cambiar su visión de la diplomacia de Estados Unidos… y evidentemente el Pentágono y el gobierno quieren verlo entre las rejas para toda la vida“, agrega Palmer.

¿Es “ridículo” hablar de razones políticas?

Si la apelación no se acepta, Julian Assange podría ser extraditado de Suecia a EE. UU. Según sus partidarios “tiene pocas posibilidades de tener una justa investigación judicial en ese país.”

Grandes figuras políticas han instado a ejecutar a Assange y el vicepresidente estadounidense Joe Biden lo llamó el “terrorista de las altas tecnologías”. En este ambiente nada amistoso, los seguidores de Julian Assange están preocupados por su destino.

EE. UU. juzga actualmente al informante del portal, el soldado Bradley Manning, y ha abierto una investigación contra Assange donde no se descarta que intente solicitar su extradición, aseguran los partidarios de Assange.

“Estamos investigando un crimen cometido bajo las leyes estadounidenses. Que una persona del gobierno haya entregado 250 mil documentos clasificados a otra que no forma parte del Ejecutivo es un crimen. Vamos a hacer que los culpables paguen”, sostiene Philip Crowley, el portavoz del Departamento de Estado de EE. UU.

Por su parte, Suecia niega cualquier politización del proceso contra el fundador del portal. Considera que son afirmaciones sin base real y aclara que su misión en estos momentos es reparar el daño que han sufrido las víctimas.

“Decir que hay razones políticas en este caso es simplemente ridículo. Estoy cansado de escuchar ese tipo de comentarios desde Londres y otras partes del mundo”, expresó Sven-Erik Alhem, ex fiscal de Suecia.

El fundador de WikiLeaks, que entre otras cosas publicó un vídeo en el que se veía a soldados estadounidenses matando a civiles en Irak, fue detenido en Londres el 7 de diciembre de 2010, días después de que cinco grandes periódicos del mundo, entre ellos el británico The Guardian y el español El País, publicaran la exclusiva de los cables diplomáticos.

En marzo próximo, RT transmitirá un proyecto televisivo sin precedentes de Julian Assange. Una serie cuyo objetivo principal es analizar el futuro de la comunidad mundial. Dicho programa se llama ‘El mundo del mañana’ e incluye 10 entrevistas de 26 minutos de duración.

(Con información de Patria Grande)