El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, reiteró hoy su proposición en la reciente cumbre de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) de que países del bloque no asistan a la próxima reunión de las Américas sin Cuba.

Al iniciar su habitual rendición de cuentas sabatina, desde un populoso barrio del sur quiteño, Correa afirmó que es inaudito que en el siglo XXI algo se llame Cumbre de las Américas sin invitar a Cuba.

Según ciertos países hegemónicos, apuntó, algunos somos americanos y otros no, ¿qué Cuba no es americana?, ¿quién les dijo?, ¿qué no cumple los requisitos democráticos?, ¿quién ha decidido esto?, ¿a quién ha invadido Cuba?, ¿a quién ha saqueado Cuba?, preguntó reiteradamente el mandatario.

Yo sí les puedo mostrar algunos países que han invadido varias veces, y han saqueado varias veces, enfatizó. ¿Quién designó un árbitro del bien y del mal?, cuestionó, al subrayar que ésto es parte del nuevo colonialismo, al cual pide su fin en el siglo XXI.

Con los gobiernos patriotas, apuntó Correa, que están llegando a los diferentes Estados latinoamericanos, con el despertar de nuestros pueblos, eso tiene que cambiar.

No queremos perjudicar a nuestros hermanos del gobierno de Colombia, anfitriones de la proyectada cumbre en abril, en Cartagena de Indias, por el contrario, dijo, queremos abrir vías de diálogo y hemos propuesto que sin Cuba no asista ningún país del ALBA.

Correa criticó el comunicado del Departamento norteamericano de Estado, el cual alega que Cuba no cumple las condiciones para asistir a esa cita, y recalcó la pregunta sobre ¿quién los ha nombrado árbitros del bien y del mal?. Ya basta de ésto, enfatizó ante la ovación del público.

También nos decían que no hay que desaprovechar la oportunidad para dialogar con Estados Unidos, sobre cuya necesidad coincidió, pero consideró que entonces esa cita debiera llamarse “Diálogo de ciertos países latinoamericanos con Estados Unidos”.

Al respecto, Correa reiteró que si es una cumbre de las Américas tienen que estar todos los países de América.

Destacó también el propósito común de crear un estado económico en función del desarrollo, no de las transnacionales y del “sálvese quien pueda”, como ocurre con los Tratados de Libre Comercio (TLC) y su proclamada libre competencia, dijo.

(Con información de Prensa Latina)