Cuba denunció hoy ante el Consejo General de la Organización Mundial del Comercio (OMC) la responsabilidad de los países industrializados en el estancamiento de las negociaciones de la Ronda de Doha.

“Hemos tomado debida nota del informe del Director General de la OMC, Pascal Lamy, sobre la situación actual de la Ronda y vemos con mucha preocupación el futuro incierto para asegurar que se cumplan a cabalidad los objetivos que llevaron a su lanzamiento en 2001”, declaró la consejera cubana Nancy Madrigal.

Afirmó Madrigal que el egoísmo y la inequidad intrínsecas al capitalismo, en particular cuando prevalecen conceptos neoliberales en un mundo asimétrico, son las verdaderas causas del impasse.

“La realidad es que la Ronda no ha podido terminar porque varios países industrializados se han negado a asumir los compromisos mínimos que estas negociaciones les demandan. Ninguna otra razón incide con mayor determinación en el estancamiento actual”, dijo.

Madrigal reiteró la urgente necesidad de frenar la proliferación de medidas no arancelarias aplicadas por los más desarrollados, en forma de obstáculos técnicos al comercio.

Entre ellas mencionó las sanitarias y fitosanitarias, normas privadas y medidas unilaterales que son incompatibles con los principios de la OMC.

Denunció que las barreras no arancelarias hoy día representan uno de los principales obstáculos para poder alcanzar un desarrollo inclusivo y sostenible.

En su intervención, la consejera cubana exigió a los países industrializados saldar su deuda histórica con el desarrollo del Sur.

“Llevamos 10 años escuchando el mismo compromiso retórico de cumplir con el Programa de Doha, pero ahora en una situación mucho más grave y amenazante para los países en desarrollo. ¿Cuántos años más tendremos que esperar?”, se preguntó Madrigal.

Afirmó que la única manera de afianzar la credibilidad de la Organización Mundial del Comercio sería culminar exitosamente las negociaciones de la Ronda de Doha y cumplir su mandato.

(Con información de Prensa Latina)