Libia rima con Siria: la OTAN repite su canción de 2011 y promete que no atacará Damasco
En marzo se conmemora el primer aniversario de la invación que acabó con el derrocamiento de Muammar Gaddafi y que parece haber acarreado al país norteafricano más destrucción que democracia. Mientras la OTAN refuta las acusaciones de querer intervenir en Siria, los libios hacen balance de la libertad conquistada.
Ocho meses de intensos bonbardeos por parte de la OTAN y de enfrentamientos armados en Libia dejaron al menos 25.000 muertos y el doble de heridos, según estimaciones del autodenominado Consejo Nacional de Transición Manifestaciones violentas en el antiguo bastión antigaddafista de Benghazi exigieron recientemente más transparencia a las nuevas autoridades…
La OTAN repite su estribillo del “no atacaremos”
“La OTAN no tiene intención alguna de intervenir en Siria. Apreciamos altamente todos los esfuerzos encaminados a encontrar una solución al conflicto en Siria. Aprecio el trabajo de la Liga Árabe. Sigo creyendo que una solución a nivel regional podrá ser encontrada”, manifestó este miércoles en Bruselas el Secretario General de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen.
Algunos podrían creérselo a pie juntillas si no fuera porque el mismo Rasmussen dijo hace un año, en febrero de 2011, que la OTAN no intervendría en el conflicto entre Muammar Gaddafi y la oposición libia, expresándose en los siguientes términos: “Quisiera subrayar que la OTAN no tiene planes de intervenir [en Libia] y no hemos recibido ninguna solicitud de ello”.
La ‘receta libia’ se repite con sumo cuidado, respetando pequeños detalles que no se tuvieron en cuenta hace un año. De hecho, Washington ha promovido la creación de un grupo de ‘Amigos de la Siria democrática’, para unir y dirigir todos los descontentos del Gobierno de Bashar Al-Assad.
Quizá sería redundante afirmar que este club tiene todas las papeletas para convertirse en una réplica exacta de los ‘Amigos de Libia’, grupo que coordinó toda la ayuda internacional a los mercenario del asesinado gobernante libio, Muammar Gaddafi.
La OTAN se fue, pero ¿dónde está la democracia?
La OTAN asumió el control de la operación en Libia en marzo del año pasado e interpretó la resolución de la ONU sobre la creación de una zona de exclusión aérea de la forma que mejor se ajustaba a sus planes. Con el lema “proteger a los civiles” por bandera, la Alianza rápidamente concentró sus esfuerzos en derrocar al régimen de Gaddafi, quitarse de encima el mismo líder libio y llevar al poder a los nuevos gobernantes del país.
Tras encarnizados combates, en octubre Gaddafi fue asesinado en su ciudad natal de Sirte en medio de un cruel linchamiento cuyo video dio la vuelta al mundo. Con ello se dio por terminada la resistencia organizada de gaddafistas en el país y la OTAN no tardó en declarar que la campaña en libia fue todo un éxito.
Así las cosas, ¿qué pasará en Siria si Occidente decide implantar una democracia extraña a este país? El opositor Consejo Nacional Sirio ya augura para el presidente sirio Assad y su familia un destino parecido al de Gaddafi.
Transcurridos tres meses desde que en Libia se estableciera una paz relativa, las circunstancias de la muerte de Gaddafi siguen siendo un misterio. Los grupos armados siguen sin reconocer al gobierno de la recién “liberada” Libia y se niegan a deponer armas.
Mientras tanto, el pasado jueves la Asamblea General de la ONU aprobó el proyecto de la resolución sobre Siria exhortando la dimisión del presidente Assad.
(Con información de RT)
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