Deciden los sirios sobre nueva Constitución en referendo nacional
Las urnas abrieron hoy para 14 millones y medio de sirios en el referendo nacional que decidirá la suerte de una nueva Constitución, con la cual se prevé encaminar el país por el sendero del pluralismo y la democracia.
Silenciado por los medios y gobiernos que hoy agreden a Siria, este plebiscito es trascendental en la vida de la nación Cham, porque define una nueva Carta Magna, vista como piedra angular del paquete de reformas integrales que impulsa el presidente Bashar al-Assad.
El proyecto, en sí una de las reformas claves del paquete de medidas que se implementa, legitimará otras novedades como la creación de partidos -ya fueron autorizados siete-, la separación de los poderes del Estado, la celebración de elecciones presidenciales y la descentralización de las administraciones locales, entre otras propuestas.
Anoche el Ministerio del Interior informó que las autoridades tuvieron que aumentar a 14 mil 185 las mesas de votación en todo el país, o sea 350 más de las 13 mil 835 concebidas inicialmente.
También se instalaron urnas en los centros y puestos fronterizos, en los aeropuertos y en el desierto, a fin de facilitar la votación, explicaron las autoridades.
El ministro adjunto del Interior para Asuntos Civiles, general de brigada Hassan Jalali, manifestó que su dependencia adoptó todas las medidas para garantizar un referendo honesto y transparente.
Entre las novedades de este proceso son las urnas móviles que estarán disponible en el desierto para que las comunidades nómadas de beduinos a quienes se les dificultará acudir a los pueblos, puedan emitir su voto.
El sufragio -explicó Jalali- se realizará acorde con tablas de votación distribuidas en todas los centros a fin de comprobar los nombres de los votantes y evitar el doble voto.
Las cláusulas del anteproyecto han sido divulgadas por la prensa desde hace más de una semana, y la población por lo general lo ha aceptado, aunque el artículo tres de la propuesta ha suscitado reservas y críticas. También el estado de crisis que ha vivido el país debido a la violencia armada y terrorista ha hecho mermar el entusiasmo del público.
Ese acápite estipula que el Presidente del país debe ser musulmán, y la proposición ha caído mal incluso entre los propios musulmanes, pues la gente considera de que no hay por qué especificar de qué religión o fe debe ser el líder de un país donde también hay cristianos y drusos. Incluso, frente al Parlamento hubo una vigilia para exigir se enmendara ese artículo.
“Bueno, es difícil complacer a todo el mundo; además, los árabes somos complicados; somos como la arena que es difícil mantenerla unida en la mano pues siempre se te corre entre los dedos”, ilustró para Prensa Latina Rabab Alkassem, una septuagenaria damasquina quien ha vivido diferentes épocas de la vida política y social de Siria.
El ministro adjunto Jalali señaló que si algún ciudadano tiene cualquier objeción sobre el referendo, puede acudir al responsable de la mesa de votación y al encargado de la circunscripción que integra un comité con un juez, y plantear su queja. Estás se recogerán y serán evaluadas.
El conteo de los votos lo realizarán los encargados de las urnas una vez concluida la votación y prepararán un informe que elevarán a las instancias superiores. El anuncio oficial de los resultados lo hará el ministro del Interior el lunes.
El general de brigada añadió que personal de las fuerzas de seguridad interna custodiarán las urnas y los centros de votación en cada poblado, y tendrán la misión también de transportar las cajas con los votos y los informes de cada una de las mesas de votación para entregarlas a las autoridades provinciales, quienes realizarán el conteo de cada una de sus comarcas.
Ese resultado se enviará entonces al Ministerio del Interior, órgano central asignado para velar por la seguridad del referendo y sus resultados.
(Con información de Prensa Latina)
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