Las protestas en Afganistán por la quema de ejemplares del Corán prosiguieron hoy en varias localidades del país, al tiempo que el mando estadounidense ordenó el repliegue y concentración de sus fuerzas en sitios clave.

De acuerdo con las informaciones de diversos medios, el general John Allen, al frente de las tropas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), indicó que la medida es para proteger a sus efectivos.

Reportes de última hora indicaron que al menos siete soldados estadounidenses fueron heridos en un ataque a una base militar en Iman Sahib, una población de la provincia de Kunduz.

Tanto en esa última como en las de Kunar, Samangar, Paktia, y en la propia capital se produjeron masivas protestas populares que se prolongan por más de cinco días, tras la quema de ejemplares del Corán en la estratégica base de la OTAN de Bagram, en las afueras de Kabul.

Según el presidente Hamid Karzai, quien pidió a Estados Unidos juzgue a los autores de la quema del Corán, la cifra de muertos civiles por la represión llegó a 30, con más de un centenar de heridos y un número no precisado de detenidos.

A su vez, el sitio web icasualties.org cifró en 42 el número de estadounidenses muertos hasta el 24 de febrero, de un total de 58 militares de la OTAN, luego de los dos tiroteados hace varias horas en la sede del Ministerio afgano de Defensa.

La insurgencia afgana, en comunicados publicados, entre ellos, por la Agencia Kali Yuga, exhortó a mantener las protestas y pidió a las tropas afganas al servicio del régimen de Karzai, virar sus armas contra los invasores.

(Con información de Prensa Latina)