Kofi Annan, enviado especial de la ONU para Siria, llegará hoy aquí con buenas intenciones, según sus propias declaraciones, pero con las manos vacías, pues los adversarios de Damasco rechazan su propuesta de arreglo político.

Luego de varias reuniones en El Cairo, desde donde viajará a Damasco, Annan instó a la oposición armada contra el presidente Bashar al-Assad a cooperar para hallar una salida negociada a la crisis.

Tras entrevistarse con el canciller egipcio, Mohamed Kamel Amr, y el secretario general de la Liga Arabe (LA), Nabil El-Arabi, Annan también desaconsejó cualquier intervención militar en Siria, porque remarcó que la solución pasa por la vía política, la cual deberá “ser dirigida por los sirios y pertinente a los sirios”.

Su propuesta se acerca al contenido del plan de seis puntos de China, el cual ya fue aceptado por el gobierno sirio.

“Espero que nadie esté pensando seriamente en utilizar la fuerza en esta situación”, comentó el exsecretario general de la ONU (1997-2006) a periodistas en la sede de la organización panárabe, en la capital egipcia.

Annan, quien fue propuesto por al-Arabi para su actual gestión, dijo también que hará “lo que podamos para urgir y presionar por un cese de las hostilidades, y poner fin a la matanza y la violencia”.

Sin embargo, los grupos, que integran la oposición articulada por Occidente con financiamiento en particular de Arabia Saudita, rechazaron anticipadamente la proposición de arreglo negociado con el Gobierno de al-Assad, según se desprende de informaciones difundidas por el canal satelital al-Jazeera.

“Los disidentes han reaccionado con consternación ante el llamado del enviado especial Kofi Annan a una solución política para poner fin a la crisis en Siria, y dicen que su énfasis en la diplomacia ignora la represión del gobierno”, divulgó al-Jazeera.

Incluso, ya Annan aún sin haber iniciado su gestión conciliatoria se ganó las críticas de varios políticos estadounidenses, entre ellos el senador republicano John McCain, quien censuró sus comentarios y sarcásticamente se preguntó “en qué planeta está el señor Annan”.

En declaraciones a al-Jazeera, McCain exhortó a formar una coalición de Estados árabes y occidentales para intervenir en Siria, al igual que el grupo que se organizó para ejecutar la zona de exclusión aérea sobre Libia, lo cual condujo a la agresión de la OTAN.

La misión de Annan suscita también división dentro de la LA, dado que las monarquías del Golfo Pérsico, en particular Arabia Saudita y Catar, abogan por una línea dura hostil contra al-Assad e insisten en suministrar más armamento a la oposición y prefieren la intervención militar.

Antes de viajar a Damasco, Annan tiene previsto también conocer de primera mano la opinión de los cancilleres de los países árabes con los que se reunirá este sábado en El Cairo, previo a una reunión del Consejo Ministerial de la LA, cuyo integrantes sostendrán un encuentro con su homólogo ruso, Sergei Lavrov, quien también desea debatir fórmulas de solucionar la crisis en Siria.

Sin embargo, todo indica que el llamado de Annan “a la oposición siria a venir y trabajar junto a nosotros para hallar una solución que respete las aspiraciones del pueblo sirio”, encontró oídos sordos.

(Con información de Prensa Latina)