La victoria de Romney en Illinois marca el principio del fin para Santorum
La matemática empieza a estar claramente del lado de Mitt Romney, el aspirante más moderado de los cuatro que optan todavía a la candidatura presidencial por el partido republicano en Estados Unidos, tras su holgado triunfo de este martes en las primarias de Illinois.
Con 562 delegados atribuidos roza ya a mitad de los 1.144 necesarios para asegurarse la nominación.
El exgobernador de Massachusetts necesitaba un resultado contundente en este estado clave, habitado por 12,8 millones de personas, para demostrar su fortaleza en el medio oeste.
Santorum le ha arrebatado una buena porción del sur y del centro del país, donde predominan las formas de vida y los sentimientos más tradicionales, con victorias en Alabama, Misisipi, Misuri, Tennessee, Iowa, Kansas, Minesota, Dakota del Norte, Oklahoma y Colorado.
Romney, por su parte, ha ganado en el noreste y el oeste, principalmente: Maine, Massachusetts, Nuevo Hampshire, Vermont, Virginia, Alaska, Arizona, Hawai, Idaho, Michigan, Nevada, Ohio, Washington, Wyoming, Samoa, Guam, Puerto Rico, Florida y las Marianas del Norte.
Illinois contenía asimismo una carga simbólica importante, ya que de una forma u otra el estado aparece vinculado a la biografía de presidentes heroicos como Abraham Lincoln o Ulysses S. Grant, y es la cuna política del gran rival a batir en noviembre, el demócrata Barack Obama.
Con más del doble de delegados que Santorum (562 frente a 249), Romney empieza a considerarse ya el candidato inevitable e ignora en sus discursos a sus oponentes republicanos para concentrar los dardos en el actual inquilino de la Casa Blanca.
“En tres años de gobierno de Obama solo nos ha metido en problemas: se han destruido empleos, reducido el salario, incrementado el déficit, subido los precios de la gasolina y nos ha puesto a liderar por detrás. (…) Es el momento de decir esta palabra: ‘basta'”, exclamó hoy Romney a sus seguidores.
Su táctica electoral parece estar dando resultado entre los votantes republicanos urbanos y moderados, y entre las mujeres.
Con un discurso centrado en los desafíos económicos, se presenta como el empresario de éxito que conoce de verdad, por su experiencia como financiero y no por “los libros”, cómo funciona la economía nacional y cómo fundar compañías y crear puestos de trabajo, la gran preocupación de los estadounidenses, según las encuestas.
Obama no sabe, en opinión de Romney, que lo que alimenta a la economía americana “es la libertad”.
“La prosperidad de América no viene del gobierno”, proclamó hoy entre el entusiasmo de sus seguidores.
“Cuando sustituyamos a un profesor de leyes (en alusión a Obama) por un verdadero hombre de negocios todo esto cambiará”, prometió.
El sábado que viene, en Luisiana, otro estado del sur, Santorum tendrá tal vez la última oportunidad de frenar a Romney, aunque la situación para él comienza a ser desesperada.
Hoy el exsenador, consciente de su fragilidad, comparó las elecciones de noviembre con las de 1860, cuando el país se precipitaba hacia la Guerra Civil.
Para Nick Ragone, comentarista de CNN, Fox News y el diario especializado Politico, “la gran victoria de Romney en Illinois marca el principio del fin para Santorum”.
“Aunque probablemente no abandone en un futuro inmediato”, argumenta este experto, “resulta casi imposible para él alcanzar el número total de delegados y su impulso se ha extinguido”.
(Con información de EFE)
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