¿Concluye un ciclo y empieza otro en Colombia?
Por: Alberto Corona, Prensa Latina
La liberación unilateral de los últimos prisioneros de guerra en poder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) podría significar hoy un punto de partida para un acercamiento que humanice el conflicto armado interno.
Así lo considera un amplio sector de la sociedad colombiana, para quienes ese gesto, junto con la decisión de las FARC de proscribir las retenciones de sus prácticas revolucionarias, son hechos concretos en esa dirección.
“Ya cerramos un ciclo, pero empezamos otro”, dijo la pacifista y exsenadora Piedad Córdoba, luego de protagonizar el proceso que permitió ayer la liberación unilateral de los últimos 10 policías y militares que estaban en poder de las FARC.
Cumplido esa operación humanitaria Córdoba sostuvo que insistirá en hacer entender la importancia de buscar una salida política y no militar al conflicto armado e invitó al país a movilizarse y a trabajar a favor del respeto a los derechos humanos.
Lo más importante es seguir de la mano por la ruta del diálogo, no hay otra forma de encontrar la paz, subrayó.
Por otra parte, el expresidente Ernesto Samper -en una entrevista con el diario El Espectador- consideró que tras esos gestos de paz por parte de las FARC, el actual jefe de Estado, Juan Manuel Santos, debería responder con otro hecho de paz.
Samper reconoció, no obstante, que no hay un principio mágico para ese eventual acercamiento, pero bien podría ser en comienzo un acuerdo de mínimos humanitarios para humanizar el conflicto.
En tanto, si bien Santos afirmó que valora el gesto de las FARC de liberar unilateralmente a 10 prisioneros y proscribir las retenciones de sus prácticas, aún lo consideró insuficiente.
Sin duda es un paso en la dirección correcta e importante, pero no es suficiente, expresó el mandatario poco después de cumplirse el proceso de liberación.
Según Santos, aún hay civiles en cautiverio, cuyo paradero es desconocido y deben ser también liberados.
A su vez, el mandatario agradeció las ofertas de muchos gobiernos y personalidades internacionales para contribuir en la solución del conflicto armado interno, pero reiteró que la paz es un asunto de Colombia.
Insistió que el manejo de esa paz corresponde al presidente de la República y en el momento que el Gobierno considere que existen las condiciones y garantías para que se inicie un proceso que lleve a la terminación del conflicto, el país lo sabrá.
Mientras tanto, agregó, todo lo que se ha dicho sobre esa materia es pura especulación y advirtió que el Gobierno tiene una política de enfrentar a los grupos armados ilegales con toda contundencia y firmeza, cuya línea seguirá.
Una política que por el momento volverá al ruedo, tras una pausa de pocas horas, cuando se reanuden hoy las acciones militares en el país, luego de cumplidas las liberaciones.
De esa manera, el área donde fueron suspendidas las ofensivas desde el pasado domingo para la realización de ese proceso volverán este martes a militarizarse, a partir de las 06:00 hora local (11:00 GMT).
Así estaba establecido en un protocolo aprobado por los coordinadores y garantes de la operación humanitaria, el cual incluso previa otro cese de acciones entre este martes y jueves próximo.
Sin embargo, las liberaciones -previstas a realizarse en dos etapas- se concretaron en una solo jornada, por lo cual el cese de las acciones militares no se activará nuevamente y continuará la ofensiva contra la insurgencia, con una elevada cuota de colombianos muertos en las últimas semanas.
Colombia pasará así del júbilo por las liberaciones a la cruda realidad de la guerra, que tiende a intensificarse pese a los clamores dentro y fuera del país por hallar una solución política que permita encontrar el camino hacia la paz.
¿Concluye un ciclo y empieza otro? Es una interrogante que sin dudas deberá responder Colombia.
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