Más de 380 presos, la mayoría talibanes, escaparon en la medianoche del sábado para domingo de una cárcel de la noroccidental provincia pakistaní de Khyber-Pakhtunkhwa, durante un ataque perpetrado por un número indeterminado de insurgentes.

El asalto a la prisión central de la ciudad de Bannu, cercana a la frontera con Afganistán, fue reivindicado por el movimiento Tehrik-e-Taliban Pakistan (TTP), que aglutina a la mayor parte de los grupos talibanes activos en el país, informó la televisora privada Geo News.

A bordo de numerosas camionetas, y con empleo de cohetería ligera, granadas y fusiles de asalto, los atacantes -algunas fuentes los calculan en más de 100- plantaron sitio durante unas dos horas a la instalación carcelaria y causaron heridas a por lo menos siete custodios.

“Hemos liberado a cientos de nuestros compatriotas en el ataque a la prisión de Bannu”, declaró un portavoz del TTP, que en los últimos meses ha intensificado los atentados suicidas y las acciones armadas en las regiones tribales de Khyber-Pakhtunkhwa.

Autoridades del territorio admitieron que ese es uno de los golpes más duros infligidos por los talibanes en los últimos tiempos, pese a la fuerte campaña que libra allí el ejército pakistaní con apoyo de milicias tribales locales.

Realizado un primer conteo, directivos de la penitenciaría indicaron que 384 de los 944 reclusos están prófugos.

Tropas paramilitares y fuerzas de seguridad pakistaníes salieron en su persecución y mantienen rodeada la prisión, pero hasta el momento solo han podido atrapar a cuatro.

Entre los fugados hay unos 30 considerados “muy peligrosos”, incluido Tariq Rashid, un ex miembro de la Fuerza Aérea condenado a muerte por participar en un complot para atentar contra la vida del expresidente Pervez Musharraf.

(Con información de Patria Grande)