El panorama político en Estados Unidos tomó nuevos ribetes cuando el presidente Barack Obama manifestó su conformidad con la unión de parejas de un mismo sexo, pronunciamiento que acaparó la atención mediática en la semana que concluye.

Las declaraciones, antecedidas por el también apoyo del vicemandatario Joseph Biden, encendió la pólvora del debate electoral a menos de seis meses de los comicios generales, en los que el gobernante se juega la reelección.

Republicanos y grupos de la extrema derecha tomaron la declaración como punta de lanza contra el jefe de Estado, reacios a cualquier posibilidad de concretar dichas uniones.

El excandidato presidencial republicano Rick Santorum recomendó este sábado al aspirante Mitt Romney emplear el tema como estandarte electoral.

Este asunto puede ser un arma “muy poderosa” si está dispuesto a intensificar la campaña y aventajar al presidente Obama, alguien fuera de contacto con los valores de Estados Unidos, estimó el exsenador de Pennsilvania durante una entrevista con al canal de Arkansas KARK, filial de la televisora CNN.

La víspera, el exgobernador de Massachussets aprovechó un discurso en la Liberty University, colegio privado en el oriental estado de Virginia, para cortejar al importante grupo de los votantes evangélicos y arremetió contra las uniones de los gay.

El matrimonio es una relación entre un hombre y una mujer, aseguró ante un auditorio que respondió con atronadores aplausos, precisó la fuente.

El asunto tiene dividido al país: un 50 por ciento de los estadounidenses lo respaldan, mientras el 48 por ciento está en contra, según un reciente sondeo de la encuestadora Gallup.

No obstante, una mayoría de la comunidad afroamericana lo rechaza, al igual que los hispanos, católicos en su mayoría.

Si bien analistas refieren que la arriesgada declaración del mandatario pudiera poner en peligro la posibilidad de un segundo mandato; otros, por otro lado, refieren que también respondería a una planeada estrategia de mostrarse otra vez como un líder reformista.

Entre el importante sector de votantes jóvenes y las mujeres, que según encuestas, disminuyeron sus expectativas respecto a la actual administración dada la situación económica, Obama podría encontrar un potencial apoyo a esta posición y volver a escalar en índices de popularidad.

Está por ver si el tema de los matrimonios gay puede eclipsar al económico y la situación de la clase media, golpeada por los efectos de la recesión, la alta tasa de desempleo -8,1 por ciento-, el alza en los precios de los combustibles y la carestía de servicios básicos.

(Con información de Prensa Latina)