Distorsión y realidad en Siria en polos opuestos
La realidad que vive Siria hoy dista mucho de lo que reflejan los medios de prensa occidentales, en los que distorsión y realidad encuentran polos opuestos.
Con apego a la verdad y la ética, algunos comentaristas de la situación consideran que en el país hay una crisis pero que no llega a la hecatombe que tratan de exponer la mayoría de los medios y que evidentemente forman parte del entretejido de la agresión mediática para desestabilizar al gobierno del presidente Bashar al-Assad.
Al respecto, el Patriarca de Antioquia, todo Medio Oriente, Alejandría y Jerusalén, Gregorio III, declaró a Prensa Latina que los sirios necesitan del cese de la injerencia extranjera para resolver la actual crisis y alcanzar la paz.
El alto clérigo considera que diferentes medios occidentales publican informes de una fuente única que no representa la realidad del país.
Es alarmante leer informes de prensa fechados en capitales europeas y en naciones vecinas, alejados del terreno, que hablan de acciones causantes de decenas de muertos, atentados y represión desmedida, que sin el menor recato achacan a las autoridades sirias.
No es menos cierto que hay una crisis cíclica de violencia, donde períodos de calma son rotos por atentados terroristas pavorosos como el cometido recientemente en una céntrica avenida damasquina que causó 55 muertos y muchos heridos, entre ellos mujeres y niños, recordó.
Eso no lo niega nadie, pero de ahí a presentar el acontecer diario plagado de violencia está lejos de la realidad, dijo el Patriarca.
La población vive alarmada de que nuevas bombas atribuidas a grupos calificados por las autoridades de terroristas rompan la tensa paz a favor de la cual trabaja un equipo de veedores internacionales, parte de la iniciativa de seis puntos del enviado de la ONU y la Liga Árabe, Kofi Annan.
Diplomáticos, corresponsales extranjeros y ciudadanos sirios que viven en el exterior se sorprenden al llegar al país y no encontrarse con las imágenes que muestran televisoras y agencias de prensa en sus países de residencia.
En conversación sostenida con un sirio residente en España, donde se dedica a la gerencia de un restaurante, este dijo que le sorprendió no poder apreciar la realidad que se venden allí sobre su país. “No vi la violencia ni los atentados, ni la convulsión y protestas populares que reflejan televisoras y periódicos”, aseguró.
De igual forma se expresaron miembros de una delegación de sirios residentes en Italia y que comprometieron esfuerzos para llevar la verdadera situación que observaron, muy alejada, según expresaron, de lo que publican los medios en esa nación europea.
Asimismo, diplomáticos consultados se lamentan de que familiares y amigos los llaman con reiteración alarmados por los informes que ven en la televisión y leen en los diarios de sus respectivos países.
La violencia, dicen, muchas veces existe por las mentiras repetidas que en la mente de muchos se convierten en verdad.
Sin temor a equivocaciones puede afirmarse que la campaña mediática contra el pueblo sirio hace efecto pese a que, para muchos, hay confusión entre mentira y realidad.
(Con información de Prensa Latina)
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