Seguimos confrontando los mismos problemas del último lustro, pobre ofensiva, ansiedad, presión con corredores en base. De nuevo esos estigmas acecharon al equipo cubano de béisbol que cedió 2-3 ante Puerto Rico como parte de su debut en la XXV edición de la semana beisbolera de Haarlem.

Debut con el pie izquerdo, presagio de que nuevamente ese certamen pudiera antojársenos maldito, tras 14 años de no alzarse una novena de Cuba.

En mi opinión, desde el mismo inicio la batería estaba destinada a no producir frente a los envíos de Luis Cintrón, Benigno Cepeda (lanzó en la última Serie del Caribe) y Rabell Rivera, a quienes solo pudieron conectarles cinco indiscutibles. ¿Por qué lo digo? Por el hecho de haber colocado nuevamente a Yulieski Gourriel en el tercer turno al bate, y mover a Frederich Cepeda al cuarto madero.

Hace ya algún tiempo el espirituano no produce en ese puesto, el de mayor responsabilidad a la hora de traer a sus coequiperos hacia el plato.

De ahí que nuevamente afloraron los problemas con corredores en circulación, y más en situaciones complicadas, o sea con dos outs. Bajo esas circunstancias los nuestros conectaron un solo inatrapable en ocho turnos y no empujaron. Todo lo contrario sus rivales, de 9-3 con par de remolques. Igual de inquietante con corredores en posición anotadora, una solitaria conexión a la hora cero.

En fin, que no podemos seguir apostando a que Cepeda sea el paño de lágrimas a la ofensiva. Hoy, por enésima ocasión asumió ese rol, empujando las dos únicas carreras de Cuba con doble al center field en las postrimerías del cuarto episodio.

Si bien es cierto que los lanzadores boricuas poncharon poco, solo a Alfredo Despaigne, José Dariel Abreu y Alexander Guerrero en calidad de emergente, supieron dominar a la alineación del patio, obligándolos a roletear en 15 oportunidades y concediendo apenas dos boletos.

En ese sentido sí se comportaron bien los cuatro serpentineros empleados por Víctor Mesa, amén de que pudo considerarse precipitada la sustitución del abridor Yadier Pedroso por ismel Jiménez (a la postre el perdedor), cuando el receptor rival, Yariel Soto le abrió con hit el quinto episodio.

Más aún si se tiene en cuenta que entre la primera y la segunda anotación rival estrucó a seis hombres.

En definitiva 12 contrarios dejaron madero en ristre Pedroso, Jiménez, Norberto González y Pablo Millán Fernández, lo que da la medida de que el pitcheo se comportó bien, solo tres limpias con siete hits durante todo el desafío.

Un día de asueto tendrá la escuadra antillana para revisarse, especialmente los bateadores, pulir su mecánica para enfrentarse nuevamente a Estados Unidos el domingo, desafío para el cual está anunciado como iniciador el derecho Freddy Asiel Álvarez.

(Con información de CubaSi)