Angola plantea reto a programa de alfabetización cubano
Angola constituirá hasta 2017 un reto para el método de alfabetización cubano Yo, sí puedo, al pretender enseñar a leer y escribir a ocho millones de adultos, cifra superior a los beneficiados en el mundo durante una década.
Comenzará a hablarse (de Angola) mucho de ahora en adelante, aseguró en diálogo con Prensa Latina el jefe del Departamento de Educación de Jóvenes y Adultos y Alfabetización del Instituto Pedagógico Latinoamericano y Caribeño, José Ricardo del Real.
Desde 2003, en que se graduaron más de 1,5 millones de venezolanos, con el Yo, sí puedo aprendieron a leer y escribir más de 6,5 millones de adultos en el mundo, destacó el directivo.
Argelia y Burkina Faso están interesados en aplicar la experiencia cubana mediante la cual los participantes pueden aprender a leer y a escribir en un período de siete a 14 semanas, añadió.
El gran desafío, subrayó Del Real, es mantener el respeto por la diversidad cultural sobre la base de la búsqueda de la unidad en aquellos lugares donde se habla más de una lengua.
De ahí que las grabaciones de las clases se realizan con actores de cada nación e incluyen variaciones propias del idioma hablado en cada territorio, flexibilidad que busca la aceptación y el apoyo de las experiencias vividas por los beneficiados.
Sin embargo, el académico llamó la atención sobre la continuidad de la preparación de los recién alfabetizados con el Ya puedo leer (un programa presencial de un mes) y el Yo, sí puedo seguir (dos años) para evitar que por falta de práctica retornen al analfabetismo.
Al delinear los próximos pasos del modelo, empleado tanto en zonas urbanas como rurales y con 28 contextualizaciones (una por cada país en el que se ha aplicado), destacó los esfuerzos de Ecuador por reducir los índices de analfabetismo a menos de cuatro por ciento.
Acerca de los costos, Del Real estimó que alfabetizar cada persona puede costar de cuatro a cinco dólares dependiendo de la concepción del programa y el aseguramiento de los materiales docentes, televisor y reproductor de DVD.
El sistema nos permite llegar a los lugares más recónditos y no necesita la formación de docentes al emplear facilitadores, por lo general voluntarios, con lo que se disminuyen costos y tiempos de duración, aseguró el académico.
“Ha demostrado que con economía de recursos y de tiempo puede contribuirse a la solución del fenómeno del analfabetismo”, subrayó Del Real.
(Con información de Prensa Latina)
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