El exjefe de la Misión de la ONU en Siria, general noruego, Robert Mood, descartó que la intervención militar sea un buen recurso para solucionar el conflicto en ese país árabe y abogó porque los sirios decidan su propio futuro.

“Una intervención externa no es una buena solución; el apoyo interno, sí”, dijo en una entrevista publicada hoy en esta capital.

Mood consideró crucial “la implicación de potencias regionales como Turquía e Irán” para buscar cualquier solución al conflicto y exhortó a la necesidad de “activar políticas”.

En ese sentido, llamó a apoyar el proceso dentro de Siria al considerar que sus ciudadanos “deben decidir su propio futuro, vivir juntos y proteger a sus minorías”.

El general noruego subrayó que siempre existe la posibilidad de que el conflicto interno del Estado árabe sea resuelto no por la vía de la violencia y reconoció que “en la situación siria todo es muy difícil” con posibilidades que consideró limitadas de lograr una solución pacífica.

Esa posibilidad no debe excluirse porque Kofi Annan (enviado especial de la ONU) lanzó con su dimisión “una llamada de atención muy seria a las principales potencias regionales y al Consejo de Seguridad para que se esfuercen y hagan todo lo que se pueda”, estimó.

Mood calificó de exitoso el despliegue en ocho meses de la Misión de Observadores de las Naciones Unidas en Siria, aunque consideró un fracaso que las partes decidieran no utilizar esa herramienta.

“Y sí, es frustrante que las potencias regionales, las partes, el Consejo de Seguridad no aplicaran el plan de Annan”, remarcó.

Todos saben que el futuro de Siria está en juego como el “de la región, el riesgo de contagio, pero son incapaces de unirse y mostrar liderazgo”, subrayó.

El general noruego aseguró que Damasco “es un Estado fuerte” donde hay muchas piezas moviéndose, y “los rebeldes no controlan una parte grande del territorio”.

“En un lado, una fuerza aplastante, muy fuerte, y en el otro hay una fuerza frágil y fragmentada”, opinó.

(Con información de Prensa Latina)